Un perito psiquiatra enviado por la Justicia italiana realizó ayer un examen clínico al ex jerarca de la dictadura Emilio Massera para determinar si está en condiciones de afrontar un proceso judicial en ese país, donde se lo reclama por crímenes de lesa humanidad cometidos contra sus ciudadanos en Argentina.

El trámite fue autorizado por el juez federal Guillermo Montenegro luego de que el viernes mantuviera audiencias con los hijos de Massera, que autorizaron el trámite con el perito, Roberto Tatarelli. El enviado de la Justicia italiana informó por escrito el tipo de estudio que realizaría y garantizó que no incluiría métodos invasivos como extracción de sangre, por ejemplo.

Acompañado por un miembro del Cuerpo Médico Forense argentino y un traductor, el perito llegó poco después del mediodía a la casa de Massera, en Avenida del Libertador 2423. El ex jefe de la Marina durante la dictadura fue declarado inimputable por una junta médica argentina en un informe considerado válido por los magistrados que llevan adelante causas en su contra. El psiquiatra italiano realizó un examen clínico convencional, donde midió, entre otros parámetros, los reflejos del dictador y también le hizo distintas preguntas, antes de retirarse sin informar aún sus conclusiones.

Italia pretende juzgar a Massera por el secuestro y desaparición de tres de sus ciudadanos en la dictadura, Angela Aietta –madre del militante justicialista Juan Carlos Dante Gullo–, Giovanni Pegorato y su hija Susana. El juez italiano Marco Mancinelli le pidió permiso a su par argentino para realizarle los estudios a Massera, mediante un exhorto que recayó en el juzgado de Montenegro. Si bien la pericia estaba prevista para la semana pasada, el trámite se demoró por la citación del juez Montenegro al perito, quien volvería a Italia entre mañana y el miércoles.

Massera, de 81 años, está postrado desde 2002 por un derrame cerebral y los jueces argentinos paralizaron las causas en su contra por robo de bebés, secuestros, desapariciones y asesinatos a raíz de haberse dictaminado que está “demente”. Ahora parecería ser indefectible su permanencia en su departamento, pero el ex jefe de la Marina, a quien le dictaron la prisión preventiva en esos procesos, gozó del beneficio del arresto domiciliario y lo perdió por haber violado las condiciones del mismo.