El gobernador bonaerense, Felipe Solá, pondrá en funciones hoy al nuevo ministro de Economía, Carlos Fernández, quien reemplazará en ese cargo al renunciante Gerardo Otero. La llegada de Fernández –un hombre del equipo económico nacional– pretende dar un cierre a la crisis que generó la decisión de la Casa Rosada de aumentar los salarios docentes y que ayer se mantuvo latente. “Algo está cambiando en el país. Antes renunciaban los ministros de Educación, porque los docentes eran la variable de ajuste”, disparó el titular del área y candidato K a jefe de Gobierno porteño, Daniel Filmus. Fue una réplica a Otero, quien vinculó el incremento a los maestros con las necesidades electorales del oficialismo y acusó al Gobierno de pensar “en demasía en el corto plazo”. Hilda “Chiche” Duhalde salió en defensa de Otero y los docentes se anotaron entre sus críticos, mientras que dirigentes del radicalismo cuestionaron la designación de Fernández.

El nombramiento de Fernández marcará el realineamiento de Solá con la Casa Rosada. El gobernador no definió el nombre del sucesor de Otero sin consultar al gobierno nacional. “Se reunió con su gabinete, llamó al jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y habló telefónicamente con el presidente Kirchner”, contaron en La Plata sobre el recorrido que siguió Solá. Los voceros bonaerenses aseguraron que en esa conversación el gobernador se aseguró los fondos necesarios para hacer frente al aumento docente.

Fue ése el detonante de la crisis. Cuando Filmus –en medio de su campaña en la ciudad– anunció desde la Casa Rosada el aumento del salario docente, Solá advirtió que la provincia no contaba con los recursos para hacerlo efectivo. La ministra de Economía, Felisa Miceli, ofreció 300 millones de pesos que los responsables de las finanzas bonaerenses consideraron insuficientes, pero el gobernador concedió finalmente el incremento y quien quedó en el camino fue Otero.

El aval del Gobierno a la designación de Fernández quedó claro en boca de la propia Miceli. “Es un aporte desde el Ministerio de Economía al proyecto económico de inclusión social”, dijo la titular del Palacio de Hacienda apenas minutos después del anuncio sobre su nombramiento.

El sucesor de Otero venía desempeñándose en el equipo de Miceli como subsecretario de Relaciones con las Provincias en la Secretaría de Hacienda. Su asunción como ministro de Economía bonaerense marcará su regreso a la provincia, donde desempeñó diversos cargos. El último puesto que ocupó allí fue el de subsecretario de Política y Coordinación Fiscal, desde febrero de 2002 hasta mayo de 2003.

Ya fuera de la administración bonaerense, Otero cuidó su relación con Solá –a quien definió como “el artífice del ordenamiento fiscal que la provincia ha tenido”– y disparó contra el gobierno nacional: “Siempre busca maximizar en el cortísimo plazo los réditos políticos de cada decisión y nunca quiere pagar ningún costo”. El funcionario renunciante advirtió que “las decisiones sobre el cortísimo plazo a veces ocultan implicancias” para el futuro que “yo no puedo dejar de mirarlas” y agregó: “La decisión respecto al salario de los docentes desnudó la situación provincial, de Buenos Aires en particular, y me parece que puso de manifiesto la dificultad que tiene el gobierno provincial para tomar decisiones autónomas y que sean sustentables en el tiempo”.

“Muchos hablan de educación en este país, pero muy pocos se comprometen con la educación”, contragolpeó el candidato K a jefe de Gobierno porteño, además de apuntar que “un ministro de Economía es reemplazable, pero los días de clase que se pierden no”. Filmus recordó también que “en noviembre ya perdimos siete días de clase en la provincia” y reflexionó: “Ya dejamos atrás los tiempos en que los ministros de Economía llevaban a la práctica los ajustes. Los tiempos cambiaron. Los padres saben que cuando apostamos a la mejora de la educación, apostamos por el futuro de los chicos”.

El titular de Ctera y la CTA, Hugo Yasky, reforzó la idea: dijo que la renuncia de Otero obedeció a “su propia incapacidad para asumir un cambio de política” y sostuvo que su “reloj atrasa una década”. “Sigue pensando con los mismos parámetros que pensaban (Domingo) Cavallo y los ministros de Economía que en la provincia fueron los ejecutores de ajustes salvajes sobre los presupuestos de educación y sobre los salarios docentes”, dijo Yasky. El secretario de Suteba, Roberto Baradel, señaló que Otero “siempre tuvo políticas y visiones más conservadoras frente a la educación”.

Pero Otero tuvo quien lo defendiera. “Lo conozco desde hace muchos años, fue parte del equipo (económico) de (Jorge) Remes Lenicov, me parece un hombre serio y muy responsable y sabe que es imposible dar este aumento”, declaró Chiche Duhalde y denunció que Kirchner por “impulsar la candidatura de Filmus pone en riesgo la situación económica de todas las provincias”. Afirmó también que Solá se “entregó” al gobierno nacional.

El titular del bloque de diputados bonaerenses de la UCR, Jaime Linares, abonó esa misma línea: aseguró que la designación de Fernández “aumenta el grado de dependencia” de la provincia y acusó a Kirchner de impulsar un “sistema antirepublicano”, donde “no funciona el federalismo”.