“¡Patria o muerte, venceremos!” se escuchó anoche en el aula Magna de la Facultad de Medicina. Con la histórica consigna de la revolución cubana cerró así su discurso el embajador de ese país en la Argentina, Alejandro González, en el acto por el 49º aniversario del asalto al cuartel Moncada. González hizo una larga enumeración de los logros sociales en Cuba, advirtió sobre los planes de Estados Unidos para América latina con el ALCA y criticó duramente el bloqueo y la “campaña de extorsiones a un buen número de gobiernos para arrastrarlos a votar contra Cuba” en la Comisión de derechos humanos de la ONU.
En el acto, organizado por la Multisectorial de Solidaridad con Cuba, el embajador recordó que el desempleo en su país es el más bajo de América latina, que la mortalidad infantil es más baja aún que en Estados Unidos, que la expectativa de vida es de 76 años, que hay un maestro primario y secundario por cada 12 alumnos, que hay un profesor por cada 5,6 estudiantes universitarios y que el 30 por ciento del presupuesto estatal es destinado a educación y salud, donde los servicios son totalmente gratuitos para toda la población. “Condenar a Cuba por supuestas violaciones a los derechos humanos –indicó– se ha convertido en una obsesión del gobierno de los Estados Unidos para lo cual emplea todo su arsenal de vergonzosas presiones e indignos chantajes”.
El 26 de Julio de 1953, un grupo de jóvenes intentó ocupar el cuartel Moncada, en Santiago de Cuba, durante la dictadura de Batista. El grupo fue duramente reprimido y los pocos sobrevivientes, entre los que se contaba Fidel Castro, fueron encarcelados. De ese grupo surgió el Movimiento 26 de Julio que más tarde derrotaría a la dictadura e instalaría un gobierno revolucionario.
González denunció las cuatro décadas de política “criminal y genocida de bloqueo a Cuba, con el propósito de rendir por hambre y enfermedad a nuestro pueblo”, así como “los sabotajes y acciones terroristas organizados y financiados desde territorio norteamericano”. “Ese mismo gobierno –puntualizó– trata de presentarnos como violadores a los derechos humanos, pese a que ninguno de los gobiernos que votan contra Cuba puede exhibir ni por asomo los extraordinarios logros sociales que he mencionado”.
El embajador denunció como parte de esa política la condena a largas penas de prisión a cinco cubanos acusados de espionaje por el gobierno norteamericano. “El modelo neoliberal que impusieron a nuestros pueblos se ha desmoronado –señaló– la grave situación que hoy vive América latina no acepta más subterfugios ni cosmética. El FMI, cuyas políticas de ajuste lo hacen corresponsable de esta crisis dramática, está desprestigiado y repudiado, igual que aquellos gobiernos que atan la suerte de sus pueblos a las tratativas onerosas y dependientes con tales instituciones”.
En el acto hablaron también el vicedecano Sergio Provenzano, representantes de la Interbarrial y de la coordinadora “Aníbal Verón”, Pablo de Micheli, de la CTA; Néstor Correa, de la Asociación Gremial Docente, y Patricio Echegaray, de Izquierda Unida. En el aula se encontraban Hebe de Bonafini y Nora Cortiñas, dirigentes de las dos agrupaciones de Madres de Plaza de Mayo. El acto culminó con una ofrenda floral en la placa al Che Guevara en la Plaza Houssay.