Sensible a lo que evaluó como “incesantes pedidos y adhesiones”, el gobernador puntano Alberto Rodríguez Saá aceptó después de algunos –y vistos a la distancia poco creíbles– cabildeos la candidatura del PJ para su reelección. Si gana los comicios provinciales del próximo 19 de agosto, Alberto prolongaría la dinastía familiar en San Luis a 28 años ininterrumpidos en el poder. Su hermano, “El Adolfo”, gobernó la provincia desde 1983 hasta diciembre de 2001 (cinco mandatos) y sólo dejó la provincia para asumir efímeramente la presidencia de la Nación, tras la caída de Fernando de la Rúa. Rápido de reflejos y ante la experiencia misionera, Alberto eliminó la reelección indefinida en su provincia reduciéndola a sólo dos mandatos consecutivos, aunque la reforma recién entrará en vigencia en 2011, lo que lo habilita para otro posible mandato. “El gobernador es el único candidato del peronismo capaz de continuar el proyecto político provincial que inició Adolfo Rodríguez Saá en 1983”, afirmó Liliana Bartolucci, vicepresidenta del PJ puntano, reproduciendo el titulo con que el diario provincial La República –propiedad de los Rodríguez Saá– confirmó ayer la decisión de Alberto de ir por la reelección en la elección del 19 de agosto.

Apenas un mes atrás, el mandatario provincial señaló que había “un 40 por ciento de posibilidades de que acepte ser candidato”. Pero finalmente dio el “sí” en una reunión que mantuvo el viernes por la noche en la residencia del gobernador con la conducción pejotista. La insistencia del PJ puntano tiene como objetivo evitar el desembarco kirchnerista en la provincia. Alberto enfrentará al senador nacional Daniel Pérsico, que llevará el sello kirchnerista del Frente para la Victoria.

Después de haber pertenecido a las filas adolfistas, Pérsico se sublevó cuando el clan Rodríguez Saá parecía perder poder. Adolfo había estado sólo dos semanas en el sillón de Rivadavia y caía en las elecciones presidenciales de 2003, a pesar que Alberto –entonces senador– insistía con el triunfo de su hermano en “la mesa 86 de Necochea”.

Tras una reñida elección, Pérsico se adjudicó el triunfo en la capital puntana y se atrincheró en la intendencia, a pesar de que la vicegobernadora, Alicia Lemme –que terminó el último mandato de Adolfo–, apadrinaba una gestión paralela con los fondos provinciales. La comuna capitalina finalmente quedó en manos del kirchnerismo. Pérsico también enfrentó “al Adolfo” en las elecciones legislativas de 2005 y llegó al Senado nacional por la minoría. Ahora enfrentará a Alberto.

Sin embargo, el gobernador aún debe resolver varios temas. Entre ellos balancear la relación entre el PJ y el Partido Unión y Libertad (PUL), que él fundó cuando aparecieron cuestionamientos a la gestión provincial dentro del justicialismo. De ese difícil equilibrio saldrá su compañero de fórmula, que por ahora es una incógnita.

Pero Alberto Rodríguez Saá está confiado en los números económicos de la provincia. San Luis, junto a la provincia del Presidente, Santa Cruz, tiene el índice de desocupación más bajo del país: 1, 5 por ciento. Algo que no dejará pasar desapercibido en la campaña electoral. Apasionado por la pintura y el ajedrez, Alberto también tiene un proyecto afanoso, que surgió del cuestionado régimen de promoción industrial de la provincia cuando una de las distribuidoras más importantes de películas en video empezó a fabricar sus casetes en la provincia: transformar a San Luis en la Hollywood argentina.

Una iniciativa a la que este año destinó un presupuesto provincial de 30 millones de pesos para los proyectos cinematográficos de San Luis Cine. Algo que para sus opositores es una muestra clara de que “jamás pensó” en abandonar el gobierno provincial. Ahora irá en busca de su propia reelección.