EL PAíS
Terragno, seducido por el modelo irlandés, sueña con la Argentina
No participó de la Convención Nacional de la UCR, pero mandó un documento sobre su Plan de Recuperación para ser presidente.
Convencido de que la única forma de juntar algunos votos consiste en proponer un plan propio y consistente, Rodolfo Terragno anunció que el 15 de agosto presentará el programa de gobierno que terminó de definir en Irlanda, a donde viajó para conocer de cerca el milagro económico. El senador y precandidato a presidente intenta mantenerse lejos de la interminable interna de su partido, que el viernes tuvo un nuevo capítulo con el fracaso de la Convención Nacional, que no pudo sesionar por falta de quórum.
“No he venido a Europa a sacarme fotos ni a tener reuniones protocolares. He venido a trabajar y me estoy reuniendo con legisladores, economistas, empresarios y científicos”, explicó Terragno desde Dublín. Según explicó, Irlanda pasó de ser un país quebrado, con altos índices de desocupación y pobreza, y en pocos años se convirtió en una nación pujante y en crecimiento. “Esto no puede explicarse sólo por su pertenencia a la Unión Europea. Hay otros países que pertenecen a ella y no han tenido, ni por asomo, la evolución de Irlanda”, agregó.
Terragno sostuvo que “hay países que sufrieron crisis muy parecidas a la nuestra y que lograron superar sus problemas muy rápidamente. Tenemos que estudiar lo que hicieron, ver cuáles son las políticas que siguieron y aplicarlas a la Argentina”. Apenas termine su gira, el senador le dará las puntadas finales al Plan de Recuperación Nacional, que convertirá en el eje de su candidatura presidencial por el radicalismo. Después iniciará una gira de difusión que lo llevará a 20 ciudades argentinas en 20 días.
Con estos anuncios, el ex jefe de Gabinete aspira a consolidar su perfil de candidato a través del apoyo de sectores independientes. Terragno no ignora la complicada situación que atraviesa su partido ni las resistencias que genera su figura, pero si algo hay que reconocerle es que nunca se preocupó mucho por las patéticas internas que dominan al radicalismo.
Lo del viernes fue un buen ejemplo. La Convención Nacional, el máximo órgano de decisión de la UCR, se reunió en Vicente López para debatir la situación del partido. Sin embargo, se presentaron sólo 150 de los 347 convencionales, por lo que no se llegó al quórum. Igual, el titular del cuerpo, Sergio Montiel, habilitó el debate: hubo gritos, acusaciones cruzadas y hasta algún golpe. Básicamente, los enojos se concentraron en los caciques bonaerenses –Raúl Alfonsín, Leopoldo Moreau y Federico Storani– a quienes acusaron de boicotear la reunión, en la que debía definirse una estrategia electoral para buscar un acuerdo con el peronismo.
Terragno prefirió mantenerse al margen de estas disputas. Sabe que su principal competidor, el chaqueño Angel Rozas, despierta menos rechazos internos, pero confía en que su imagen lo terminará instalando como el “candidato natural” del radicalismo. También le presentará batalla Osvaldo Alvarez Guerrero.