Néstor Kirchner se involucró ayer en forma directa en el conflicto planteado en Santa Cruz con los estatales y arremetió contra el obispo de Río Gallegos, Juan Carlos Romanín, por apoyarlos en su demanda de mejoras salariales. “Les digo a la oposición y a algún distraído de mi provincia, que llegó hace un año a cumplir una importante función, que hay que ejercer la función para todos, que hay que ser amplio con todos y que hay que mirar lo que se hizo durante tantos años”, afirmó el Presidente después de remarcar que en Río Gallegos “la desocupación es del 1,2 por ciento; la pobreza es del 5,8 y la indigencia es del 0,8” y que en Santa Cruz “un docente inicial gana 1885 pesos contra 1040 en el resto del país y con doble cargo 3000 pesos”. Los estatales cuestionan que sus salarios están integrados en su mayor parte por sumas no remunerativas e insistieron en destacar que allí el costo de vida es mucho más elevado que en otros lugares.

La reacción de Kirchner llegó durante un acto en el partido bonaerense de Gregorio de Laferrère. Con esa tribuna a su disposición, se apartó del libreto original relacionado con las obras públicas que inauguró en ese lugar y se refirió a lo que ocurre en Santa Cruz, donde el reclamo salarial de los estatales derivó anteayer en la mayor marcha de los últimos quince años en contra del gobierno provincial, hoy encabezado por Carlos Sancho.

Kirchner advirtió “no voy a aceptar la extorsión de nadie” y cargó contra la “oposición”, pero apuntó en particular a Romanín, destinatario de la referencia a “algún distraído de mi provincia que llegó hace un año a cumplir una importante función”. El prelado asumió como obispo de Río Gallegos en enero del año pasado en una ceremonia a la que Kirchner en un gesto de acercamiento a la Iglesia. Romanín encabezó la manifestación de estatales y docentes del último miércoles y advirtió que en Santa Cruz “la paz social está amenazada”.

“Le digo a la oposición de mi provincia y a la de todo el país que quebraron y fundieron a la Argentina, que nos llenaron de pobres, de vergüenza, que produjeron un 2001 que prácticamente hizo explotar el país: que tengan paciencia, que estén tranquilos, que ahora hay que trabajar, que ya va a venir octubre y el pueblo se va a ir a expresar y lo va a hacer para profundizar el cambio y la transformación en la Argentina”, replicó Kirchner y llamó a “mirar lo que se hizo durante tantos años”.

En su repaso al respecto, Kirchner subrayó los indicadores sociales de “la ciudad donde nací” y completó: “En esa provincia, donde hace pocas horas la oposición decía que nuestros docentes ganaban poco, un docente inicial gana 1885 pesos contra 1040 en el resto del país y con doble cargo 3000 pesos. Eso es lo que logramos durante tantos años”.

El titular del gremio de docente de Santa Cruz, Pedro Muñoz, también hizo un repaso de lo ocurrido en la provincia, pero con una óptica diferente: recordó que “hace 17 años que estamos en emergencia económica, nunca se derogó” y aseguró que “hubo una crisis que el Gobierno está aprovechando” aún hoy y por eso “no hay paritarias desde esa fecha”.

El dirigente sindical enfatizó que del salario entre “el 43 y el 49 por ciento es en negro” y que el sueldo básico de un docente santacruceño es de “161,10 pesos”. También recalcó de Santa Cruz el alto costo de vida y citó que “un alquiler de un monoambiente es de 1000 pesos”.

“La gente está cansada. Tenemos un gobierno autoritario que no quiere dialogar. Pareciera que están administrando no la cosa pública, sino la estancia del abuelo”, sostuvo el cura párroco de la localidad santacruceña de Las Heras, Luis Bicego. Desde la otra vereda, el ministro de Economía, Juan Bontempo, manifestó que los salarios provinciales “son muy dignos” y añadió que las protestas son de “corte político”.