En pocos días, el ex presidente Carlos Menem perdió dinero. La cuenta bancaria suiza que la semana pasada tenía 600 mil dólares, ayer la recalculó en 400 o 500 mil verdes. Tampoco pudo recordar con precisión cuánto fue que cobró en el juicio que le hizo al Estado por su detención durante la dictadura, suma que supuestamente enseguida depositó en Suiza y nunca volvió a tocar. Haber admitido la titularidad de esa cuenta que jamás había declarado le valió a Menem una denuncia de la Oficina Anticorrupción que ya tramita en la Justicia Federal. También lo investiga la AFIP por presunta evasión de impuestos. “¿Cómo voy a declarar lo que no es mío?”, respondió Menem, muy incómodo, cuando le preguntaron por la cuenta que, sostuvo, colocó a nombre de su ex mujer, Zulema Yoma, y de sus dos hijos. Zulema dijo que ella no sabía de la existencia de esa cuenta.
Menem reapareció anoche en el programa “Hora clave”. El conductor del ciclo, Mariano Grondona, viajó a La Rioja para entrevistar personalmente al ex presidente, que volvía a mostrarse en público luego de la revelación de la cuenta suiza. Lo de la cuenta había sido la respuesta de Menem a un artículo de tapa publicado por el prestigioso periódico norteamericano The New York Times, que recogía la declaración de un ex espía iraní y testigo encubierto en la causa por el atentado a la AMIA. Allí, el iraní, identificado en el expediente como “testigo C”, acusó a Menem de haber cobrado 10 millones de dólares para encubrir la responsabilidad del gobierno de Irán en la explosión de la mutual judía y que ese soborno estaba depositado en Suiza. Para explicar que lo del testigo encubierto no era verdad, Menem le dijo a la cadena CNN que en Suiza sólo tenía una cuenta de 600 mil dólares.
“Es de corte netamente política, forma parte de una campaña muy sucia”, comenzó Menem anoche, al hablar sobre la nota de The New York Times. Nunca mencionó a quién acusaba, pero dijo que era muy sugestivo que el artículo se hubiera publicado casi el mismo día que el cordobés José Manuel de la Sota anunció su precandidatura presidencial. “Hace cuatro años que esto ya salió en la tapa de los diarios de Buenos Aires y vuelve a salir justo ahora”, insistió el ex presidente. Lo curioso fue que Menem contó que “estamos investigando” el origen de esta supuesta maniobra que alguien urdió para perjudicarlo.
En todo momento, el ex presidente mostró que no tenía ganas de hablar de la denuncia del iraní y, mucho menos aún, de la cuenta bancaria en Suiza. “Y esto es lo último que digo sobre el tema”, respondía a cada pregunta. Acerca de la indemnización del Estado que cobró en 1986 por su detención durante la dictadura, dijo que había sido de “200 mil y algo, no recuerdo bien”. Que cuando cobró, depositó el dinero enseguida en Suiza a nombre de su ex mujer y de sus dos hijos –Zulemita y Carlos Junior, ya fallecido– y que nunca volvió a tocarlo. “Es dinero lícito. Si yo hubiera querido ocultar algo, no lo hubiera dicho”, replicó.
Luego le preguntaron quién había pagado los impuestos por esa cuenta en el exterior si él no la había declarado como suya y su ex mujer ni siquiera sabía que existía. “Está interviniendo la Justicia y está investigando la AFIP”, respondió enojado. “No tengo por qué volver sobre este aspecto”, insistió. Pero tuvo que volver cuando le dijeron que los cálculos de lo depositado en su momento y lo que tenía en la actualidad no cerraban. “Devengó intereses”, justificó. Y aclaró que tal vez no tuviera los 600 mil dólares que dijo la semana pasada sino 400 o 500 mil, una imprecisión bastante sorprendente dado la cantidad de dinero en juego. “Ni la he movido, ni nadie la movió”, dijo, sobre la cuenta. Luego, el ex presidente dijo que en el país existía una “Menem-dependencia”. “Para bien o para mal, siempre se está hablando de mi persona”, explicó.