“Felicito al doctor (Juan Carlos) Maqueda por pedir la investigación de un hecho sospechoso de tal magnitud. Durante mi gestión no recibí información sobre dolo alguno en el área de la imprenta de ninguno de los miembros de la cadena de conducción. Si no, también hubiera hecho idéntica denuncia”, dijo ayer el canciller Carlos Ruckauf tomando distancia por la denuncia de un fraude por tres millones de pesos en la imprenta del Congreso. Por las dudas, en el mismo comunicado de prensa en el que deslinda responsabilidades, Ruckauf también exculpó al entonces titular de Diputados, el ahora menemista Alberto Pierri.
Mientras tanto la Justicia ya ordenó las primeras medidas procesales para dilucidar el millonario fraude denunciado por Maqueda. El fiscal federal Guillermo Marijuan, quien reemplaza momentáneamente a su colega Guillermo Montenegro, ordenó seis indagatorias de quienes aparecen como principales involucrados en la maniobra. Entre los acusados figurarían el Director de Administración y Finanzas, Osvaldo Mamut, el subdirector de ese área, Hugo Pini, y el jefe de Marketing y servicios, Néstor Fuentes. El juez federal Norberto Oyarbide, quien subroga durante la feria a su colega Rodolfo Canicoba Corral, daría curso a las medidas requeridas por el fiscal Marijuan.
Luego de haber presentado la denuncia judicial y de ser reclamado por todos los medios, Maqueda se excusó de hacer declaraciones. Al igual que Ruckauf también lo hizo mediante una gacetilla de prensa en la que precisó que “no existe por parte del titular del Senado ningún interés de promoción personal sino el cumplimiento de la obligación de recuperar el prestigio institucional del cuerpo”.
Los senadores Eduardo Menem y Antonio Cafiero, salieron a solidarizarse tanto con Ruckauf como con Pierri. En ambos precisaron que las denuncias de ninguna manera podían comprometer a los titulares de ambas cámaras durante los años 95-99. “Yo no sé cómo o por qué estas denuncias pueden salpicarlos”, dijo Cafiero. Por su parte, Menem afirmó: “descarto que los presidentes de ambas cámaras hayan estado al tanto de estas maniobras”. Todo para que “no los devoren los de afuera”, como dice el Martín Fierro.