Ayer fue Diputados. Hoy fue el Senado el que rompió con el largo receso parlamentario. Los senadores volvieron a sesionar luego de casi un mes de inactividad y al igual que sucedió anteayer en la Cámara baja, los temas más polémicos fueron diferidos para la próxima semana. Por momentos no hubo quórum para votar los pocos proyectos que estaban a consideración del cuerpo, pero al momento de alzar la mano, el más importante fue la media sanción de un proyecto que posterga hasta el 2004 la entrada en vigencia de una disposición constitucional que da por tierra con toda la legislación delegada por el Congreso al Poder Ejecutivo a lo largo de más de un siglo.
De esta manera se evitaría que casi 2 mil decretos y normas jurídicas caduquen automáticamente. Claro que para que eso suceda, los diputados tendrían que dar su media sanción a la iniciativa antes del próximo 24 de agosto. La cláusula transitoria octava de la Constitución reformada en 1994 había dado cinco años de plazo para que todas las facultades delegadas fueran normalizadas.
Si los diputados no respaldan lo votado ayer por los senadores, el Banco Central perdería su capacidad para establecer sanciones a entidades financieras, la Aduana, la facultad de fijar un régimen de infracciones o de dictar requisitos para exportar o importar determinados productos. También perderían vigencia varias circulares del BCRA y de la DGI. La cláusula transitoria de la Constitución contemplaba que el 25 de agosto de 1999 caducarían todos los poderes cedidos por el Parlamento al Poder Ejecutivo desde hace más de 130 años.
En el ‘99, al igual que ayer, los legisladores votaron una prórroga que precisamente vence en agosto de este año. En aquella ocasión se argumentó que en dos años estaría confeccionado definitivamente un Digesto Jurídico Argentino. Es decir una recopilación y ordenamiento de normas jurídicas. Hasta el momento la tarea está inconclusa. Por eso los legisladores apostaron a seguir ganando tiempo y de esta manera evitar un vacío legal de consecuencias impredecibles.
Los senadores también se mostraron sensibles con las críticas de la santacruceña Cristina Fernández de Kirchner por la inacción de la comisión bicameral de fiscalización de los organismos de inteligencia y recomendaron a sus pares poner manos a la obra. Todo mientras pateaban los temas polémicos para la semana que viene.