La jueza María Valeria López Lestón requirió a la Policía Federal el envío de un cuerpo de peritos para diagnosticar al hombre que volcó un camión a metros de la casa de Néstor Kirchner en Río Gallegos. El oficio de la magistrada llegó a manos del titular de esa fuerza, Néstor Vallecca, quien dispuso el envío de miembros del Grupo Pericial para determinar si José Mansilla Alarcón estaba fuera de sus cabales.

El pedido de la jueza genera expectativas en la Casa Rosada. El Gobierno considera que se trató de un “atentado” y que Mansilla no es un desequilibrado sino que actuó de manera deliberadamente intimidatoria. Esgrime en ese sentido las declaraciones del conductor en la comisaría 4ta de Río Gallegos: “¿Ustedes no saben que hay dos bandos y que al nazi hay que eliminarlo ya?”, dijo en alusión a Kirchner.

No es la primera vez que el Grupo Pericial de la Policía Federal debe analizar la salud mental de un involucrado en un ilícito. De hecho, fue convocado en el caso en que se acusó a Hugo Conzi, el dueño del restaurant Dallas que asesinó a un adolescente.

Hasta ahora hubo un informe psiquiátrico que habla de “psicosis”. Pone en duda así que Mansilla comprendiera la criminalidad de sus actos. El informe está firmado, entre otros, por Claudia Rubins. Según fuentes oficiales, se trata de la mujer de un ex funcionario municipal de Alfredo Martínez. El senador radical fue intendente de Río Gallegos y es un enemigo acérrimo del kirchnerismo.

En la Casa Rosada propalaron ayer irónicamente su “sorpresa” de que fuera Martínez el que anunciara en los últimos días los resultados de ese primer informe. Evidentemente, la política se cuela por todos lados. Del mismo modo, ahora se podrá especular en sentido contrario a raíz de la autoridad de Aníbal Fernández sobre la Federal.

El ministro del Interior fue el más férreo impulsor de la hipótesis del atentado. Se enteró del oficio de la jueza el lunes, mientras disputaba un picado de fútbol junto al presidente en la Quinta de Olivos. Difícilmente vuelva sobre el tema hasta el fin de semana: hoy partirá hacia Estados Unidos junto con la primera dama Cristina Kirchner para participar de un encuentro con el Congreso Judío Mundial.

En medio de la pulseada entre el Gobierno y la oposición, quienes discuten si Mansilla estaba o no fuera de sus cabales, apareció ayer la voz de Federico Romagnoli, dueño de la empresa de seguridad Fortaleza, donde trabajaba el involucrado. Dio argumentos que dejó conformes a las dos partes. “Mientras trabajó con nosotros era muy normal, sin trastornos mayores ni menores, siempre cumplió con su horario y su rutina”, dijo como música para los oídos del kirchnerismo. No obstante, afirmó que cuando habló con el individuo en su lugar de detención lo notó “totalmente alterado e incoherente”.

En declaraciones radiales, Romagnoli fue contradictorio en más de una oportunidad. Dijo, por ejemplo, descreer de que se haya tratado de “una cosa planificada. Fue la reacción de un loco, no sé cómo llamarlo”. Sin embargo, completó: “No tengo duda de que su última intención fue meterse en la casa del Presidente y que no lo pudo hacer por impericia”.

Lo que seguramente le vino al dedillo a Kirchner fue la manera en que Romagnoli vinculó a Mansilla con los docentes santacruceños que están en pie de protesta en el conflicto salarial. “El me dijo que estaba en apoyo de los docentes, que creía que era muy justo el reclamo de ellos pero que no iba a hacer más” eso de participar de protestas con el uniforme de la firma Fortaleza. El día anterior, Fernández había afirmado que el chofer “estuvo en todas las marchas” que realizan los docentes en la capital santacruceña y señaló que ello indica que tiene actividad política, aunque afirmó no poder identificar en qué sector. El ministro del Interior ya había responsabilizado por crear “mal clima” con el gobierno nacional al actual intendente radical de Río Gallegos, Héctor Roquel.

“Si me tiran un camión contra mi casa, como este caso, todo es casualidad. Cuando cae una piedrita del techo de un opositor falta seguridad y es un gran atentado. Seamos serios, terminemos con el lenguaje parcial”, dijo el Presidente el lunes, durante un acto oficial.