Después de un debate de más de trece horas, los docentes de Santa Cruz rechazaron la oferta del Gobierno. El congreso provincial del gremio, con 44 delegados, deliberó durante toda la jornada en el Obispado de Río Gallegos y resolvió finalmente que continuará con los paros y presentará una contrapropuesta al Ministerio de Trabajo. Las principales objeciones al acuerdo son el reclamo de que se incorporen al sueldo 250 pesos que figuran en carácter de “presentismo” y el pago de los salarios caídos del mes de marzo.

Ernesto Velázquez, secretario general del gremio en Río Gallegos, dijo que la intención es mantener abierto un canal de negociación. “Hasta ahora fuimos a dialogar con medidas de fuerza y siempre seguimos dialogando, aunque habrá que ver cómo reacciona esta vez el gobierno.”

El encuentro fue realizado a puertas cerradas, en el Salón de Situación de la casa religiosa. Empezó a las diez y media de la mañana y continuó hasta muy avanzada la noche, con un breve cuarto intermedio para que las cámaras pudieran entrar a hacer imágenes.

Según fuentes extraoficiales, la votación se definió en 25 votos por el rechazo y 19 por la aceptación. Los congresales pasaron después a discutir la metodología de las próximas protestas y los días en los que se efectivizarán la huelga.

El viernes, la asamblea de maestros de Río Gallegos, que ha liderado el conflicto, ya había anticipado esta postura contraria a la propuesta del gobierno, e impulsado además la convocatoria a un nuevo paro de 48 horas para esta semana. En Caleta Olivia, el segundo distrito en importancia de la provincia, también habían puesto condiciones al levantamiento del paro. Sólo siete filiales de localidades del interior habían dado su visto bueno y se inclinaban por el cese de las medidas.

De los 44 congresales que llegaron a la capital provincial para el debate (faltó uno de los 45 que integran el cuerpo) 15 son de Río Gallegos, 11 de Caleta Olivia y el resto de ciudades del interior; el peso de los delegados de la capital sumados a los de Caleta fue decisivo.

La propuesta del gobierno llevaba el salario básico a 500 pesos (el actual es de 161), aumentaba el sueldo inicial de maestro de grado de 1800 a 1970 pesos y la hora cátedra de 9 a 28 pesos. Pero no conformó porque no blanquea el presentismo, una suma de 250 pesos que los docentes perciben en negro y en la que ven un “mecanismo extorsivo”, porque este monto notoriamente alto se pierde en el caso de que deban faltar por enfermedad. Otro punto cuestionado de la propuesta es que no incluyó una garantía de que se pagarían los días caídos a raíz del conflicto en el mes de marzo.

En algunas seccionales (este es el caso de la de la capital de la provincia) los docentes mantuvieron también el reclamo de un básico de 780 pesos. Ayer, los trabajadores contrarios al acuerdo señalaron, en este sentido, que la propuesta implicaba una mejora “de apenas 200 pesos” y que el resto era blanqueo de sumas en negro, una medida que valoran pero que consistía “en un reacomodamiento de cifras dentro del mismo recibo”.

La propuesta presentada el viernes fue elaborada entre el Ministerio de Trabajo y el de Educación de la Nación, en consulta con sus pares de Santa Cruz, Adosac y la Confederación de Trabajadores de la Educación (Ctera).

Las novedades del conflicto fueron seguidas minuto a minuto por el gobernador Daniel Peralta, quien el viernes se reunió dos veces con el presidente Kirchner para evaluar el estado de situación. Voceros del funcionario aseguraron que el rechazo inicial formulado el vienes por los docentes en asamblea le había resultado “previsible”.

Los docentes acumulan 37 días de paro. El conflicto comenzó el 5 de marzo, con una huelga de 48 horas, y se desmadró cuando los municipales, que se habían sumado a los reclamos, fueron reprimidos con gases lacrimógenos y balas de goma. El gobernador Carlos Sancho tuvo que renunciar y hace diez días asumió Peralta. El nuevo “pingüino” reabrió el diálogo mientras la huelga continuaba y, el miércoles pasado, en la sede del Ministerio de Trabajo de la Nación, le entregaron al gremio la nueva propuesta.

Junto con los paros, los docentes levantaron una Carpa Blanca. El campamento, bautizado “de la dignidad”, acaba de cumplir un mes y está instalado frente a la casa de gobierno.