Vie 15.06.2007

EL PAíS

Macri imagina una opción opositora para octubre

El candidato del PRO dijo que va a “colaborar” en el armado después del ballottage. Sin embargo, las reacciones de los otros candidatos no fueron favorables: Lavagna y el ARI lo rechazaron.

A Mauricio Macri le tocó jugar de delantero y se ocupó de dar el puntapié para las conversaciones entre dirigentes de la oposición hacia un armado conjunto en octubre. “Después del 24 vamos a hablar y vamos a colaborar en armar una alternativa”, sostuvo el empresario. En su entorno acotaron que no habrá conversaciones hasta después del ballottage. ¿Y luego? Se verá.

“No se puede trabajar para juntarse sólo para echar a alguien, eso es lo peor de la política”, rechazó el candidato a presidente Roberto Lavagna.

La victoria del macrismo en primera vuelta renovó los ánimos opositores y ya algunos imaginan un efecto similar en el ballottage, que llevaría a un debate sobre las elecciones de octubre. Algunos proponen un frente común contra el “pingüino o la pingüina”.

Más sutil, el líder de Recrear, Ricardo López Murphy, señaló que “no hay tiempo para sentarnos a elaborar un programa común”, por lo que propuso un “pacto de no agresión” entre quienes enfrenten al candidato K. Su principal preocupación es que no ocurra lo que –explicaron– les pasó en la primera vuelta en Capital a Daniel Filmus y Jorge Telerman, que por disputar el mismo electorado quedaron muy lejos de Macri. El Bulldog proyecta una primera vuelta con la mayor cantidad de opciones posibles (incluida la izquierda en sus distintas variantes) y un ballottage con el candidato oficialista atacado por todos los frentes. El fugaz ministro de Economía de De la Rúa indicó que había hablado este tema con “gente cercana” a Carrió.

Sin embargo, la estrategia ya cosechó rechazos en la Coalición Cívica. De viaje, Carrió no hizo declaraciones. Pero la secretaria general del ARI, Elsa “Tata” Quiroz, criticó con dureza esa idea, así como antes habían rechazado una interna abierta. “No nos interesa aliarnos con dirigentes que tienen proyectos diametralmente opuestos al nuestro”, dijo.

Los lavagnistas interpretaron que podría tratarse de una estrategia de Macri para terminar no apoyando a ningún candidato a presidente “porque no consiguieron unirse”. Lavagna ya vetó la posibilidad de un encuentro, con su habitual estilo: “Ya basta del cuento del amontonamiento”, marcó. “Eso significaría que a lo mejor uno tiene que apoyar a alguien que le gustaría volver a tener la convertibilidad, que generó pobreza, hiperdesempleo y demás”, aseguró Lavagna en declaraciones al programa Basta para mí de Radio El Mundo. Por las dudas, aclaró que se refería a López Murphy.

Inmerso en la campaña porteña, Macri no pudo evitar que le preguntaran sobre la posibilidad de que apadrine esa hipotética coalición. En una visita que hizo junto a su vice Gabriela Michetti al Parque Indoamericano de Villa Lugano, el ingeniero (con título) destacó que “aun a aquellos que quieren votar al oficialismo en octubre les gustaría que la Argentina tuviese una alternativa”. “De esa manera, todos sentimos que hay un equilibrio, un plan B, que no estamos dentro del oficialismo o el caos”, insistió el diputado de licencia.

E indicó que PRO intentará propiciar el diálogo, aunque no dijo cómo lo haría. En el entorno de Macri repitieron que no habrá definiciones a nivel nacional hasta después del ballottage. “La principal crítica a la oposición es la falta de diálogo y de tolerancia de Kirchner. Si no tienen la posibilidad de dialogar entre ellos, no podrían hacer esa crítica: Carrió, López Murphy, Lavagna”, enumeró el jefe del bloque de PRO, Federico Pinedo. “Apostamos al diálogo entre la oposición”, indicó.

Macri hizo un llamado al diálogo a fines de 2006, cuando se especulaba con una posible coalición con Lavagna. La convocatoria de Macri, en ese momento, fue abierta a todos los sectores de la oposición: Carrió, Lavagna, al gobernador de Neuquén, Jorge Sobisch, y al posible candidato a gobernador Juan Carlos Blumberg. En ese momento, recibió pocas respuestas y la mayoría fueron negativas. “Lavagna dijo que era el candidato y el programa era el que decía él. En ese momento vimos que no estaban dadas las condiciones”, sintetizó Pinedo.

Los macristas no tienen en claro si esto cambiará si hay un triunfo rutilante el 24. “Macri se va a dedicar a la ciudad, no a la Nación. Pero va a manifestar que es una persona de diálogo. E intentará sugerir que dialogue la gente que sea razonable en la oposición”, concluyó Pinedo.

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