Los 25 años del fin de la guerra de Malvinas fueron recordados con una seguidilla de actos en Gran Bretaña y en las islas. La reina Isabel II, el premier laborista Tony Blair y la ex primera ministra conservadora Margaret Thatcher participaron de una ceremonia religiosa junto a 600 veteranos del conflicto, mientras el príncipe Eduardo, hijo menor de la soberana, encabezaba los homenajes en Puerto Stanley.

La misa inglesa fue realizada en la pequeña capilla memorial de las Islas Malvinas en el condado inglés de Berkshire. Al final de la ceremonia, la reina Isabel dejó una piedra sobre otras 255, en representación de los soldados británicos caídos, una tradición escocesa –la de crear un cairn– con la que se recuerda a aquellos que no regresaron de las guerras.

En un mensaje a los habitantes del archipiélago, la monarca sostuvo que esta semana de conmemoraciones será “una oportunidad” para mirar hacia adelante a un próspero futuro, con una vida en libertad y gobernados por aquellos a quienes hayan elegido”.

En las islas, el príncipe Eduardo comandó una ceremonia de acción de gracias junto con el ministro de Defensa, Adam Ingram, lord Cecil Parkinson y con quien fuera gobernador de las Malvinas en 1982, sir Rex Hunt.

Por su parte, en Greenwich, al sudeste de Londres, la hija de la reina, la princesa Ana, participó en una ceremonia de conmemoración a la que siguió una “cena de los héroes” en la que compartió la velada con los militares condecorados por su rol en el conflicto.

Como parte de las celebraciones, el portaaviones británico HMS Ark Royal fue anclado en el río Támesis, en las afueras de Greenwich. Los homenajes se cerrarán el domingo, con una marcha de los veteranos desde el centro de Londres hasta el palacio de Buckingham.