EL PAíS
› LA NOCHE Y EL DIA DE LOS DESOCUPADOS FRENTE A LA CASA ROSADA
El debut piquetero en Plaza de Mayo
Hilda y Lucía cuentan la historia de cómo se fueron empobreciendo y decidieron salir a la calle junto con sus hijos para luchar por un cambio. El acampe duró hasta fusionarse con la ronda de las Madres.
De las fogatas apagadas todavía salía humo ayer al atardecer en Plaza de Mayo. Es que la noche había sido muy fría y los piqueteros mantuvieron el fuego durante todo el “acampe” en repudio a la visita del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul O’Neill, y con la consigna “Que se vayan todos”. Si bien los integrantes del Bloque Nacional Piquetero sacaron las carpas después de haber negociado con la policía, armaron toldos con las banderas “para que los chicos no durmieran bajo el rocío”, contó a Página/12 Hilda Cornejo, de la agrupación Barrios de Pie, que fue a la manifestación con su marido y sus dos hijos.
“Ayer a la noche comimos fideos y hoy al mediodía Lucía hizo un guiso que, de todos los piquetes a los que fui, fue el mejor”, cuenta Hilda. Pero Lucía, la cocinera, no comparte su opinión. “La comida no salió rica porque no teníamos casi nada. Pero al guiso le pusimos arroz, carne, cebolla y tomate”. Hilda también cuenta que otros grupos no fueron tan bien equipados como ellos, por lo que tuvieron que compartir el anafe y la garrafa.
“Nosotros no éramos de clase media pero teníamos un buen sueldo, teníamos trabajo digno. Mi marido era telefónico, lo despidieron en setiembre del año pasado y este es el último mes que él cobra el seguro de desempleo. Yo estoy cobrando el Plan Jefes y Jefas de Hogar que conseguimos con la lucha en las rutas”, se envalentona Hilda. Pero en seguida se entristece. “En el ‘94 compramos una casa a través de un préstamo de 18 mil dólares y mientras mi marido estuvo laburando pagábamos 350 dólares por mes, pero ahora en cualquier momento nos rematan la casa”, relata la piquetera.
La noche estuvo llena de sorpresas. Al escenario subieron un montón de artistas populares. Pero el momento culminante fue cuando La Renga se apareció y tocó cinco temas de su repertorio. “A La Renga la había visto una vez en Ferro. No sabía que iban a venir y cuando los vi me re-emocioné y me puse a saltar adelante”, cuenta Alejandro, un piquetero de 17 años que vive en San Miguel. “A mí también me gusta La Renga, pero yo no salté”, acota Lucía. Al “camión escenario” se subieron también los grupos Un Kuartito, Karamelo Santo, Carmina Burana y Las Manos de Filippi. “Vino un montón de gente de los alrededores, estaba lleno”, asegura Hilda.
Otro de los momentos más divertidos de la noche fue cuando se armó un picadito de fútbol. “Esto va a ser histórico porque los piqueteros jugaron a la pelota entre la Casa Rosada, la Catedral y el Cabildo”, se ríe Hilda. Otros, en cambio se engancharon en campeonatos de truco y chinchón. “Es toda una experiencia haber venido. Charlamos toda la noche, jugué al truco y dormí dos horas”, contó Alejandro. En tanto, las combis de la policía pasaron durante toda la madrugada.
“A la mañana tomamos mate, y les dimos leche a los chicos con mermelada y pan”, relata Hilda. Al mediodía se armó un almuerzo colectivo. “La gente es muy solidaria, nos prestábamos los platos o comíamos de a dos. Venía gente de muchos lados que tenía hambre. Hoy pasó una mujer muy elegante y nos dejó una bolsa con un paquete de yerba y azúcar y nos vino re-bien para el mate”, señala la militante de Barrios de Pie.
A la tarde, desde la plaza se siguió con atención toda la negociación de los dirigentes piqueteros con el secretario de la Presidencia, Juan José Alvarez, que se desarrolló a pocos metros, en la misma Casa Rosada. “Se tuvo una reunión con Alvarez que recibió a Jorge Ceballos, entre otros. Pedimos por la libertad de Raúl Castells, para que no nos sigan amenazando por teléfono o pegando a los compañeros cuando están solos, y conseguimos tener a la brevedad una entrevista con la ministra de Desarrollo Social”, informó Hilda. “Nos llevamos un compromiso de apoyo, pero queremos que pasen de los dichos a los hechos”, aclaró Ceballos, dirigente de Barrios de Pie. Los piqueteros también reclamaron porque se lleve a cabo una profunda investigación sobre represión de Avellaneda. Las conversaciones con el Gobierno seguirán el lunes con la ministra de Desarrollo Social, Hilda Doga.
Alrededor de las cinco de la tarde llegaron las Madres de Plaza de Mayo, lideradas por Hebe de Bonafini. Las Madres realizaron su habitual ronda de los jueves, pero esta vez fueron acompañadas por los piqueteros. “Ustedes ayer dieron un ejemplo de fuerza, donde no negociaron y pasaron, y este ganar la plaza de anoche es muy importante”, les dijo Bonafini.
Hilda Cornejo es una de las militantes que está a cargo de la seguridad en las manifestaciones. “La gente está muy asustada después de la masacre de Avellaneda. Ayer mis hijos estaban aterrorizados porque era su primera experiencia. Pero aunque tengamos miedo, hay que salir a luchar porque si nos quedamos en casa nadie se entera de lo que nos está pasando. Esto es una gran experiencia, estar acá te levanta la autoestima, sobre todo cuando hay muchos problemas económicos”, concluye Hilda.
Informe: Gimena Fuertes.
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