La defensa del ex comisario Juan José Ribelli, que está siendo juzgado como partícipe necesario en el atentado contra la AMIA, reclamó al tribunal oral que cite a declarar en el juicio oral al presidente Eduardo Duhalde. “Existe un manto de sospecha sobre el jefe institucional de la Policía Bonaerense. Por eso pido al tribunal que revea la medida y convoque al ahora presidente al juicio”, dijo el abogado José Manuel Ubeira. Los jueces ya rechazaron en dos oportunidades anteriores el pedido para que el ex gobernador de la provincia de Buenos Aires se hiciera presente en la sala de audiencias. Durante la audiencia de ayer, el abogado de los Familiares y Amigos de las Víctimas de la AMIA, Julio Federik, introdujo sospechas sobre el bar situado frente a la sede de la mutual judía, que en 1994 se llamaba “Caoba”. Federik aseguró que los dueños desaparecieron apenas explotó la AMIA, nunca más se comunicaron con sus empleados y sus identidades se desconocen. Esta pista no fue investigada en los últimos siete años y, como reconocieron las querellas AMIA-DAIA y Familiares de Víctimas, recién en la primera jornada del juicio oral, cuando vieron una maqueta que reproducía la zona, comenzaron a atar cabos en torno al bar. “Ese lugar permitía la observación franca y concreta de la AMIA, no se sabe quiénes eran propietarios. Los estamos buscando”, sorprendió Federik. Los abogados sospechan que “desde allí se hizo la inteligencia previa de AMIA” y de hecho una de las camareras declaró que antes del atentado una pareja se sentó en el comercio y tomó apuntes mirando hacia la mutual. Las querellas y los defensores acordaron en solicitar datos sobre el lugar al Registro de la Propiedad, la Municipalidad y al consorcio del edificio debajo del cual está el local.