EL PAíS
› RICO PIDIO QUE DEROGUEN EL ESTATUTO DE PRENSA
Una redacción de soldados
El ex carapintada retomó su duelo con los periodistas, a los que acusa de hacer pelear a los candidatos entre sí. “Pareciera que los únicos que tienen derechos son los periodistas”, afirmó.
No falla. Hay una lógica que es implacable. Para determinados políticos la culpa es del cartero. El flamante aliado de Adolfo Rodríguez Saá, el precandidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, el carapintada Aldo Rico, se quejó por “algunas preguntas que hacen algunos comunicadores que hacen pelear a los candidatos en medio de la campaña electoral”. También reconoció que la que viene, “será una campaña sucia”. No dijo si por responsabilidad de los periodistas o por la feroz interna que enfrenta a menemistas, duhaldistas, adolfistas y los restantes grupos que disputan la interna peronista. Ante ese escenario recomendó la derogación del estatuto del periodista. Si alguna vez Rico dijo que la duda era la jactancia de los intelectuales, cuando él habla no le quedan dudas a nadie.
Comenzó su discurso proselitista pegándole a los periodistas. No así a los empresarios dueños de medios. Por eso en diálogo con Radio Show, luego de preguntarse en voz alta por qué no derogan el estatuto del periodista, afirmó: “Hay muchas empresas que están cerrando porque no pueden hacer frente a las exigencias” de la ley que regula la actividad de los periodistas. El estatuto del periodista profesional fue sancionado en la última presidencia de Juan Perón, protege al periodista de represalias y garantiza su estabilidad laboral como una forma de asegurar la libertad de expresión.
Consultado por Página/12, el secretario general de la UTPBA, Daniel Das Neves, sostuvo “no me extraña que Rico haya salido con los tapones de punta contra los trabajadores de prensa. Los que tenemos un poquito de memoria recordamos que en medio de una cobertura amenazó a tres periodistas”. Eran los días en los que el actual intendente de San Miguel fungía como el ministro de Seguridad de Carlos Ruckauf. El 4 de enero de 2000, mientras reporteros gráficos de Clarín, La Nación y Noticias, tomaban fotos les espetó “a éstos les voy a mandar la policía para que los persiga”. Antes los había amedrentado diciéndoles: “más fotos, más fotos. ¿Para qué quieren tantas fotos? ¿Qué hacen con las fotos, se masturban?”.
En sus declaraciones de ayer, Rico comenzó quejándose de que tanto él como Rodríguez Saá “no somos candidatos de la corporación de prensa”. La frase pareció una crítica a los grandes medios, más que a los periodistas. La remató diciendo que por eso reciben un trato distinto del que tienen “los candidatos del establishment”.
“Pareciera que los únicos que tienen derechos son los periodistas”, continuó el bonaerense. Su lógica no tiene fisuras. De acuerdo a su discurso, como los restantes sectores sociales no tienen derechos, Rico recomendó recortar los pocos que quedan en pie. Así fue que propuso que “levanten la cláusula de conciencia” que figura en el estatuto laboral del sector y por la cual ningún periodista está obligado a escribir en contra de lo que piensa. Esta diatriba de Rico le creará seguramente más problemas con sus aliados que los que le puedan ocasionar los periodistas. “Hoy Rico retoma la prédica contra el estatuto que hasta hace pocos días llevaron adelante Jorge y Alberto Fontevecchia. Mientras los dirigentes ligados a la política, como la Cámara de Diputados, o a la Justicia, como el Colegio Público de Abogados, reivindican la vigencia del estatuto, quienes están signados por sus antecedentes antidemocráticos y autoritarios pretenden derogarlo”, aseguró Das Neves a este diario. Para el titular del gremio de prensa, la vigencia del estatuto “no está vinculada a reivindicaciones coorporativas sino que se relaciona con el derecho a la información que tiene la población”.
Lejos de parecer otro de los exabruptos del carapintada, sus dichos parecieron expresar lo que muchos querrían: “un mundo sin periodistas”, como alguna vez dijo el ex premier británico John Major. Como hoy dirían personajes como Fontevecchia, o Daniel Hadad quien aparece como la cara visible de Canal 9, como alguna vez soñó el propio Carlos Menem cuando recomendó la aplicación de la “ley del palo”.