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› MENEM FUE ESCRACHADO EN MENDOZA MIENTRAS HACIA CAMPAÑA
“Como a los nazis les va a pasar”
El ex presidente ya había tenido escraches de cabotaje en Córdoba, Sierra de la Ventana, Capital y uno internacional en Nueva York. Ayer le tocó en Mendoza. Hubo dos escraches y más tarde una manifestación en su contra.
Vendría pensando en sus actos de campaña, en el partido de golf que esperaba jugar, bajo el templado solcito cuyano. Pero no bien bajó del avión privado Lear Jet que lo llevó al aeropuerto de El Plumerillo debió preocuparse de otros temas. Cien personas lo recibieron en Mendoza abucheándolo, gritándole “chorro” y “caradura”, para empezar. Carlos Menem hizo como que no los escuchaba. Huyó presto en una camioneta Trafic que lo llevó hasta un club de golf, a unos 15 kilómetros en las afueras de la capital. Este es el cuarto escrache que sufre en lo que va del año. El repudio acompañaría al precandidato presidencial durante toda la jornada. A cambio, a los manifestantes les quemaron un cartel, los golpearon y los amenazaron.
En el centro de la ciudad de Mendoza se repitió la historia. Lo estaban esperando militantes de la CTA y de asambleas barriales para hacerle saber, con carteles y cantitos, que “Mendoza lo rechaza”. El secretario general de la CTA provincial, Gustavo Maure relató a Página/12 que el escrache venía armándose desde la medianoche: las asambleas barriales habían cortado alrededor de 12 calles y accesos a la ciudad en señal de protesta por la visita de Menem.
Al mediodía, Menem compartió un almuerzo en el country La Vacherie del departamento de Luján de Cuyo con empresarios y dirigentes locales, y participó luego de un seminario sobre economía y política internacional.
En tanto, mientras Menem almorzaba en el club campestre, en pleno centro de la capital provincial el Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación, trabajadores viales y judiciales, junto a estudiantes de la Universidad Nacional de Cuyo, realizaban una manifestación. “Menem, te repudiamos por el hambre, la entrega y la corrupción” se leía en los carteles que habían llevado. Luego, los manifestantes de la CTA mendocina declararon al ex presidente “persona no grata”. Los organizadores leyeron un comunicado en el que señalaron que Menem es “sinónimo de corrupción, pobreza, hambre, injusticia y desocupación. El nefasto ex presidente de una de las peores décadas de la historia argentina entregó el país, regalando las empresas estatales, máximo patrimonio nacional”.
A la tarde, el ex presidente tenía planeado brindar una conferencia de prensa en un salón de eventos ubicado en una zona industrial del Gran Mendoza de difícil acceso. Una organización de desocupados del departamento mendocino de Guaymallén había llegado primero al lugar alrededor de las 15, e intentaron colocar un cartel que decía “Alfonsín, Menem, De la Rúa: infames traidores a la patria”. Pero los custodios del ex presidente se lo impidieron. Es más, “los golpearon y les prendieron fuego al cartel porque todavía estaban solos”, relató Maure. “La cantidad de policía y personal de custodia era impresionante”, relató Marta Remón, otra militante de la CTA.
A la media hora llegaron los gremios estatales. “Como a los nazis le va a pasar a donde vayan los iremos a buscar” y “traigan al gorila musulmán para que vea que este pueblo no cambia de idea, pelea, pelea por su dignidad” fueron los cantitos elegidos para esperar la llegada de Menem.
“Cuando llegamos se produjo otro incidente. Habían armado un cordón de hombres vestidos de negro con anteojos oscuros. Detrás de un portón de madera salió un tipo que corrió hasta mí y me dijo ‘hijo de puta, yo te conozco, te vamos a matar’”, contó Maure. “Ni pienso hacer la denuncia. Esto es absolutamente esperable de la patota menemista”, opinó el sindicalista. Al final los trabajadores decidieron retirarse “porque había demasiada custodia armada”, explicó Marta Remón. “No estoy dispuesto a que lastimen a un compañero por este personaje”, agregó Maure.
El primer escrache sufrido por Menem en este año fue el 30 de mayo en la ciudad bonaerense de Sierra de la Ventana cuando ahorristas estafados por el corralito decidieron encararlo en un acto de campaña. La segunda vez, lo encontró fuera del país. En la universidad de Fordham, Nueva York, se le aparecieron argentinos que decidieron repudiarlo en pleno seminario. En Capital soportó dos: en marzo durante un acto de homenaje a Julio MeraFigueroa en Palermo y otro (en junio) frente a las puertas de Canal 9 mientras Mariano Grondona le hacía –en La Rioja– un reportaje para “Hora Clave”. Los asambleístas porteños fueron a manifestarse frente a la puerta del canal Azul y fueron agredidos por militantes menemistas que los estaban esperando. Por último en Córdoba debió afrontar un escrache en un country privadísimo. Había ido a celebrar el casamiento de la diputada Marta Alarcia.
Cuando finalizaba el día Menem ya había dejado la provincia. Pero alrededor de las siete de la tarde una multisectorial compuesta por distintas organizaciones sociales, políticas y sindicales se reunió otra vez en el centro de la capital provincial junto a empleados del PAMI, judiciales y estudiantes universitarios. “Durante todo el día armaron todo de tal manera que Menem no tuviera contacto con el pueblo mendocino”, consideró Remón. Esta última manifestación fue la más multitudinaria, ya que concentró a más de 200 personas, y también la más tranquila porque no se produjo ningún incidente.
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