El titular del PS bonaerense Jorge Rivas se encamina a aceptar el cargo de vicejefe de Gabinete nacional que le ofreció el Gobierno. Fiel a las tradiciones de su partido, el ex diputado someterá la decisión a la conducción provincial, que se reunirá el lunes. “El Gobierno ha hecho un ofrecimiento para integrarme en la vicejefatura del Gabinete y la respuesta va a ser institucional y del partido de la provincia de Buenos Aires”, señaló Rivas a este diario. Si se confirma su incorporación –algo que se daba por descontado–, sería el segundo socialista que se suma al Gobierno, después de que Ariel Basteiro asumiera como director de Aerolíneas Argentinas. Pero sería en un cargo central del Gobierno.

Como adelantó Página/12, el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, le ofreció a Rivas ser su número dos. Así tomará el lugar que quedó vacante luego de la renuncia del ex cavallista Juan Carlos Pezoa, quien –a su vez– fue a ocupar el puesto del santacruceño Fulvio Madaro, que salió eyectado de la presidencia de Enargas cuando se conoció la cinta que lo involucraba en las presuntas coimas del caso Skanska. La incorporación de Rivas serviría para reforzar la concertación plural que el oficialismo busca mostrar de cara a las elecciones de octubre.

Además de los radicales K, un grupo de socialistas será parte de esa coalición: Rivas, Basteiro y el secretario general del PS, Oscar González, tomaron distancia de la línea del senador Rubén Giustiniani, quien consiguió aprobar en el último congreso nacional del partido el respaldo a la candidatura de Elisa Carrió. Los tres disidentes expresaron en varias solicitadas su desacuerdo a sumarse a lo que llamaron una coalición “de derecha y confesional”. Un congreso a mediados de agosto definirá si los bonaerenses se suman con una lista propia a la candidatura de Daniel Scioli. Esa era la posibilidad que más sonaba en el partido.

En la ciudad, se sumó el ex diputado Héctor Polino, que fue tentado más de una vez por el gobierno nacional. Primero, le ofrecieron la Secretaría de Medio Ambiente, pero el dirigente llevó la decisión a un congreso del partido que no aprobó su incorporación. Hace poco, le propusieron que se sume a la lista de diputados del Frente para la Victoria. “Fue un ofrecimiento informal, que no contestó nunca y quedó en el aire. Y así va a quedar”, sentenciaron cerca de Polino.

Basteiro tuvo distinta suerte. Fue respaldado por la conducción provincial, pero evitó someterse a la nacional. La corriente de Giustiniani lo fustigó desde allí y le exigió que renunciara a su lugar en la mesa nacional. También amenazó con sanciones por parte del comité de disciplina del partido, que tomó el caso, pero no avanzó ni un ápice.

Rivas sería el segundo socialista que el Gobierno podrá mostrar como parte de su concertación. “Su posición es favorable a la convocatoria”, consideraron en el entorno del titular del PS bonaerense. También destacaron que no existen incompatibilidades entre ese cargo y el que ocupa en el partido. Es porque seguramente el sector de Giustiniani repetiría el pedido que le hizo a Basteiro de que abandone su cargo.