Elisa Carrió recordará hoy con un acto el primer aniversario de lo que para muchos fue el virtual lanzamiento de su candidatura presidencial: la presentación del preinforme de la comisión parlamentaria sobre lavado de dinero. La excusa es hacer un balance de lo sucedido durante este año pero, en plena campaña, la diputada irá por más. El eje del discurso de Lilita girará en torno de lo que considera la continuidad del “Estado mafioso”, basándose en que ni el Congreso, ni el Banco Central, ni la AFIP se han tomado la molestia de investigar el contenido de las cajas con las copias del informe que repartió la comisión que presidió durante seis meses. En cambio, en los juzgados que sí avanzaron lograron revelaciones fundamentales como, por ejemplo, la de las cuentas suizas de Carlos Menem.
El 10 de agosto del año pasado, Carrió no consiguió que la mayoría de los miembros de la comisión firmaran el preinforme pero igual hizo una conferencia de prensa que terminó convirtiéndose en acto político. “Por ese entonces todavía había 27 mil millones de dólares de reservas. Si nos hubieran hecho caso, tal vez se podría haber salvado algo”, decía ayer uno de los diputados que acompañó a Carrió aquel día. Es que, explicaban, justamente uno de los temas que investigó la comisión fue el de la fuga de capitales, una de las causas que haría estallar el sistema financiero apenas unos meses después.
En algún momento, en el entorno de la hoy precandidata presidencial imaginaron que la investigación derivaría en una megacausa judicial de efectos políticos devastadores, algo parecido a lo que fue la “mani pulite” en Italia. A un año de aquella predicción resulta evidente que, salvo algunas excepciones, no sucedió nada de eso.
No obstante, sin grandes novedades informativas que ofrecer, Carrió utilizará el recordatorio del informe para colocarse en la vereda de enfrente de los otros candidatos, como Carlos Menem o Adolfo Rodríguez Saá, a quienes califica como cómplices del “Estado mafioso”.
El preinforme que hoy recordarán Carrió y los suyos como una especie de “antes y después” en la política local se preocupó en investigar los manejos de Menem y su entorno. Alí estuvieron Alberto Kohan, Emir Yoma y el paraguayo Lino Oviedo. Un caso especial fue el del banquero Raúl Moneta, cuyas entidades financieras “violaban todas las normas vigentes”. A Moneta lo acusaban de manejar miles de millones de dólares no justificados en operaciones off shore en paraísos fiscales. Pero, explican en el ARI, la causa cayó en el juzgado federal de Juan José Galeano quien “no hizo absolutamente nada”. La misma evaluación hacen sobre el trabajo de otro juez federal, Rodolfo Canicoba Corral, a quien le tocó la conexión argentina del cartel mexicano de Juárez.
En cambio, hoy Carrió considerará mejor lo hecho por María Servini de Cubría con respecto al Banco General de Negocios (BGN) de los hermanos Rohm. “El informe hizo reactivar la vigencia de la Ley de Subversión Económica”, explicaba con orgullo uno de los diputados aristas. La ley de Subversión Económica generó pánico entre los banqueros y luego fue derogada por el Congreso por presiones del FMI.
La cita es a las 19 en el Centro Cultural San Martín. Junto a Carrió estará la plana mayor del ARI incluyendo a los diputados Graciela Ocaña, Mario Cafiero, Alfredo Bravo y José Vitar, entre otros. También participará el demócrata Gustavo Gutiérrez, vicepresidente de la comisión.