”Las internas son un problema político, no judicial, y los que se tienen que poner de acuerdo son los políticos. Nosotros nos vamos a mover despacio, sin apuro, porque no es lo mismo un amparo urgente, de una persona que está en peligro grave, que uno sobre unas internas. Mientras tanto, veremos si los dirigentes políticos arreglan.” La frase pertenece a uno de los magistrados que está manejando el tema político del momento: las internas abiertas. Desde el área judicial, además, se percibe que será muy difícil que el duhaldismo y el menemismo lleguen a un acuerdo, porque creen que la gente del ex presidente no quiere las internas abiertas y presiona por hacer naufragar la ley y volver a las viejas internas, organizadas por los propios partidos y con el voto de los afiliados únicamente.
Que la Justicia se está tomando las cosas con calma lo demuestra el hecho de que hasta ayer el fiscal Jorge Di Lello no había recibido el amparo que presentaron los dirigentes del menemismo para bloquear los decretos de convocatoria a elecciones. La jueza María Romilda Servini de Cubría es la encargada del expediente. Todo indica que pondrá en marcha el criterio que siempre sostuvo: que los dirigentes políticos arreglen los problemas políticos. La idea es darles algo de tiempo al Gobierno y al menemismo.
Uno de los grandes problemas de la negociación es que la gente de Menem no dice lo que quiere, no propone una salida concreta; se concentra básicamente en decir lo que no quiere. Y lo que no quiere es que haya una interna abierta donde voten, por ejemplo, los independientes o los afiliados a la UCR. A raíz de esa postura, los hombres del ex presidente insisten en que la ley de internas abiertas es inconstitucional porque se mete en la vida de los partidos, que el veto de Duhalde a una parte de la norma tergiversa lo acordado –en esto están de acuerdo con la UCR– porque los afiliados de un partido no deben votar en la interna de otra fuerza y que los decretos reglamentarios de convocatoria de las elecciones también son ilegales porque no respetan el espíritu de la ley. Con esa artillería se presentaron a la Justicia.
El Ministerio del Interior Jorge Matzkin, intentaba ayer encontrar alguna veta de acuerdo, pero se encontraba con el no de la gente de Menem y también con el no de algunos jueces electorales que sostienen que hacer internas con padrones distintos para cada partido es imposible. Las cosas todavía se han hecho más difíciles porque en los últimos días ha crecido la percepción de que habrá internas no sólo en el PJ sino también en la UCR debido a que, según parece, se lanzarían Rodolfo Terragno, Leopoldo Moreau y tal vez Angel Rozas. Varios jueces, especialmente el bonaerense Manuel Blanco, creen que eso ya sería inmanejable. El viernes pasado, Blanco veía posibilidades de organizar la interna del PJ provincial, que aglutina el 40 por ciento del padrón total del peronismo, pero si a ello hay que agregarle la interna de la UCR y la de algún otro partido, el magistrado evalúa que todo será imposible.
Si el Gobierno y el menemismo no se ponen de acuerdo, el litigio será abordado por el Poder Judicial: el fiscal Di Lello, la jueza Servini de Cubría, la Cámara Nacional Electoral y finalmente la Corte Suprema. El pronóstico en ese caso no es muy optimista. A los magistrados no les parece bien hecha la ley, menos aún los decretos y posiblemente se inclinen por no avalarlas, con lo que habrá que volver a las viejas y oscuras internas cerradas.