Enfurecidos quedaron los diputados menemistas por el faltazo del ministro del Interior Jorge Matzkin al encuentro previsto para ayer por la tarde. La reunión tenía como objetivo continuar discutiendo la posibilidad de modificar el decreto que convoca a elecciones internas. Cuando se enteraron de que el ministro no llegaría al Congreso, una decena de legisladores menemistas se reunieron y acordaron solicitar la renuncia de Matzkin a su banca de diputado, que todavía ostenta. Allí no termina todo, evalúan también la posibilidad de concretar su apartamiento del bloque del PJ. Mientras los menemistas discutían esta idea, los senadores presentaban un proyecto que reforma la ley electoral y permite, por única vez, implementar la ley de lemas para elegir el próximo presidente.
La presencia de Matzkin en Diputados había sido confirmada por el propio ministro luego de su encuentro con los senadores el miércoles por la noche. En esa reunión, el funcionario sólo consiguió entre ocho y diez días más de tiempo para seguir conversando. Sin embargo, las posibilidades de llegar a un acuerdo son pocas porque el propio Matzkin aseguró, luego de estar más de dos horas con los senadores, que el Gobierno se mantiene firme en su decisión de convocar a internas abiertas sólo para aquellos partidos que presenten más de un candidato a presidente.
Por la tarde, los diputados –en su mayoría menemistas– esperaron infructuosamente al ministro. Los seguidores del ex presidente se enfurecieron cuando desde el Ministerio avisaron que la visita no se realizaría. La bronca creció cuando surgió el rumor de que Matzkin cambió el encuentro con los justicialistas por una reunión con legisladores radicales. “Ellos nos obligan a pintarnos la cara porque el gobierno de (Eduardo) Duhalde insiste con embarrar la interna”, se quejó ante este diario Adrián Menem, el sobrino del ex presidente. Los radicales, por si acaso, se apresuraron a desmentir esa versión.
El embetunamiento menenista incluye, según el propio legislador, un pedido de renuncia a la banca que Matzkin mantiene a pesar de haber asumido como ministro. “Se lo pediremos al bloque la semana próxima”, dijo el diputado, antes de emprenderla también contra la conducción de la bancada que recae en la figura del delasotista Humberto Roggero. “Es una picardía la que hizo Roggero –indicó Menem–. Convocó para hoy (por ayer) la reunión con Matzkin cuando sabía muy bien que la mayoría de los diputados ya se habían ido a sus provincias.”
El enojo del legislador con Roggero se basa en la cercanía entre el gobernador José Manuel de la Sota y el presidente Duhalde, quienes acuerdan con elecciones internas donde se excluya a los afiliados a partidos que no realizarán elecciones por tener un solo candidato.
De todas formas, los menemistas juran que la inflexible determinación del gobierno central de continuar con los decretos no modificará la decisión de Menem de participar de las internas. “Es impensable que Menem vaya por fuera del partido”, aseguró su sobrino.
En cuanto a la intención de abrirse del bloque de diputados, Menem sostiene que la idea está tomando cuerpo fruto de la “insistencia del gobierno y de sus aliados en el bloque de embarrar la interna”. Los menemistas juran que el posible nuevo bloque contará con una treintena de integrantes. “Somos más de lo que la gente cree”, se entusiasma el sobrino de Menem. La decisión se tomará también durante la próxima semana cuando todos los legisladores retornen de sus provincias. Eso sí, no sucederá lo mismo en el bloque de senadores donde Eduardo Menem influye en el resto de los miembros de la bancada pero no tiene la capacidad de arrastrar a sus colegas a una ruptura como la prevista en la Cámara baja.
De todas formas, esto no quiere decir que el hermano de Menem se quede quieto. Ayer impulsó, por ahora sin éxito, su proyecto de rechazo al veto presidencial a la ley de internas abiertas y, de paso, acompañó con sufirma el proyecto del reutemista Oscar Lamberto, que convoca a elecciones presidenciales por única vez a través del sistema de lemas.