Mar 28.08.2007

EL PAíS  › DIALOGO CON EL GOBERNADOR REELECTO DE TUCUMAN, JOSE ALPEROVICH

“Las lealtades se ven en los votos”

Con el aval de casi el 80 por ciento de los sufragios, el candidato del oficialismo asegura que “Cristina (Kirchner) va a hacer una gran elección en Tucumán”. Pronostica el ocaso definitivo del bussismo.

› Por Eduardo Tagliaferro
desde Tucumán

La fuerte custodia que monta guardia en la puerta de la casa no deja lugar a dudas: allí vive un funcionario. No se trata de cualquier funcionario sino del primer gobernador que obtuvo la reelección en Tucumán. Un triunfo tan contundente que es inevitable especular que lo proyecta al escenario nacional. Los resultados definitivos dicen que José Alperovich obtuvo el 78,07 por ciento de los votos, que ganó en 18 de las 19 intendencias de la provincia, que se impuso en los 93 departamentos comunales y que su bloque en la Legislatura tendrá 43 de los 49 miembros del cuerpo. El resultado de los comicios también prenuncia el ocaso del bussismo. Con la ronquera que el cansancio, las sucesivas entrevistas radiales y el cigarrillo le dan a su voz, repite que “Cristina va a hacer una gran elección en Tucumán”. Al día siguiente de ser reelecto, en esta entrevista con Página/12, Alperovich reivindica “la democracia de partidos políticos” y asegura que aunque no lo digan formalmente los papeles, “Néstor Kirchner es el presidente del peronismo ya que cuenta con el apoyo del 99,.99 por ciento de los peronistas”.

–¿Cómo explica que su triunfo se concretó en casi toda la provincia?

–En estos cuatro años hemos impulsado la descentralización de muchas decisiones. He descentralizado el manejo de los fondos por municipios y por comunas. Nos hemos basado en la gestión y en la descentralización. Esa política nos dio un gran resultado.

–La oposición afirma que la ley de acople permitió que haya ganado por tanta diferencia.

–El sistema de acople fue para todas las fuerzas. ¿Qué es el acople? Algo simple, cualquier partido provincial que va con su lista puede acoplar a otra candidatura a gobernador. Es la famosa transversalidad. No tiene nada que ver con la ley de lemas. El acople solamente se da entre partidos provinciales.

–Usted repite que Cristina Fernández de Kirchner tendrá un amplio triunfo en Tucumán en octubre, ¿se transfieren los votos que usted logró el domingo?

–El presidente de la Nación nos ha ayudado mucho en estos cuatro años. Tucumán venía muy mal. Yo no tengo dudas de que el pueblo tucumano lo va a apoyar. En definitiva, las lealtades se ven en los votos. En política se cuentan los votos y creo que Cristina hará una excelente elección en Tucumán.

–¿La elección del domingo marcó el fin del bussismo?

–En la última elección del 2003, Bussi ganó la mayoría para senadores. Ahora yo saqué 525 mil votos y él 35 mil. Creo que el bussismo está en el ocaso.

–El radicalismo tiene muy poca presencia electoral en Tucumán, ¿cómo se expresa aquí, si es que existe como tal, la Concertación que impulsa el kirchnerismo a nivel nacional?

–Nosotros hemos hecho alianzas con grupos radicales y gente independiente. Pero todos participan del Frente para la Victoria. Pienso que la democracia se sustenta en los partidos políticos. Creo que en ese punto hay que volver a las fuentes. En Tucumán nosotros hemos ganado el partido y hemos producido una renovación. Los personalismos a la larga se terminan. Por eso insisto en decir que la democracia es un sistema de partidos políticos. Esto no tiene mucho que ver con la Concertación, pero apuesto a los partidos. Los personajes tienen una trascendencia efímera, un Roberto Lavagna, un Ricardo López Murphy aparecen y así como aparecen un día se termina su estrella. Les recuerdo que el presidente Kirchner está apoyado en el peronismo. El 99,99 por ciento de los peronistas están apoyándolo.

–Sin embargo, hay varias voces que piden la normalización del PJ.

–Independientemente del funcionamiento del partido, la mayoría de los dirigentes del partido está apoyando a Kirchner. Aunque no se lo designe formalmente, Kirchner es el presidente del partido. Fíjense que lo apoyan las provincias donde el peronismo gobierna. ¿Quién está afuera? Carlos Menem que no representa nada. Los Rodríguez Saá, Ramón Puerta, todos sumados no tienen más de 200 mil electores.

–Hay quienes esperan que un segundo gobierno del kirchnerismo avance sobre una justa distribución de los ingresos, ¿usted qué espera?

–No tenga ninguna duda de que se avanzará en ese campo. No tengo dudas de que se van a profundizar algunos cambios. Mejorar la redistribución de los ingresos es una de las materias pendientes.

–¿El fuerte triunfo del domingo lo proyecta al escenario nacional?

–Con la votación del domingo mi compromiso es con los tucumanos. Le digo en serio, no pienso en ninguna proyección nacional. Además mi señora me mata.

(Su mujer escucha atentamente la entrevista en la otra punta de la mesa. El ministro de Salud de la Nación, Ginés González García, invitado del matrimonio Alperovich, no puede contener la risa cuando uno de los asesores del gobernador mete su cuña en la respuesta y dice: “El gobernador no pasa la interna familiar”.)

–La oposición denunció que se repartieron bolsones de comida y que se apeló al clientelismo.

–Sinceramente creen que se obtiene el 80 por ciento de los votos sólo por clientelismo político. Creo que se la subestima a la gente. Los votantes son más inteligentes que algunos dirigentes y que algunos periodistas. Yo he sacado 520 mil votos, me votó la clase alta, la clase media, la clase baja, hemos ganado en todos lados. Hace cuatro años que le vengo planteando a la gente humilde que no sean rehenes de ningún dirigente político. Hace años que en Tucumán hubo un recambio importante de dirigentes. En el 45 por ciento de las comunas hubo un recambio importante.

–¿Por qué lo votaron las clases altas?

–El empresariado no quiere coimeros. Quiere que el gobierno sea un facilitador y vio en mí un facilitador

–La gobernación de Miranda quedará asociada a la muerte de 21 niños por desnutrición. ¿Cómo cree que será visto su gobierno?

–Me alcanza con ser visto como un hombre que ayudó a cambiar a Tucumán y a recuperar la esperanza. Creo que cuando yo asumí la gente estaba con su autoestima baja y pensaba que esta provincia no se recuperaría nunca.

–En varios momentos de los festejos de ayer se puso la música de la marcha peronista. ¿La cantó, sabe la letra, teniendo en cuenta que usted era radical?

–Me falta entender una parte de la letra. Esa que dice “combatiendo al capital”.

(Las risas dominan a los que están sentados a la mesa mientras se realiza el reportaje. Cuando este diario señala que esa parte no es muy cantada, muy sonriente, Ginés González García comenta que muchos cantan “compartiendo el capital”.)

–Usted repite que viene de la actividad empresaria privada, ¿eso tiene un valor en la política?

–El empresariado quiere ganar plata. En política se trata de defender los intereses de la gente. Mi experiencia en la actividad privada me ayudó a ser más expeditivo, más concreto, hablar menos y hacer más. A un gobernador se lo mide no por tener mayor superávit. A un gobernador se le pide que la gente esté mejor.

–¿Se compararía con Mauricio Macri?

–Mi experiencia es distinta a la de Macri. No lo conozco a Macri. Ahora lo veremos gobernar. No sé si él gobernará para las clases altas o para quién. Ahora lo veremos andar.

–Usted se jacta de no haber hecho ningún acto político. ¿Es enemigo de los debates políticos? ¿Quisiera que Cristina Fernández debata con los otros candidatos?

–A mí me gustaría que haya debates políticos e ideológicos. En Tucumán no los hubo. En el escenario nacional no me los imagino tampoco. No se olvide de que Roberto Lavagna fue parte de este gobierno.

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