“Quería un nuevo matrimonio, pero venía con su esposa vieja.” La frase, que proviene de un conspicuo dirigente de la Coalición Cívica (CC), tenía un único destinatario: Ricardo López Murphy. El galán de la telenovela política cerró su último capítulo cuando anunció que no romperá su relación con el jefe Mauricio Macri y dejó plantada en el altar a Elisa Carrió. “No hemos tenido éxito y eso debilita las chances de la oposición de llegar a segunda vuelta”, dijo el Bulldog, con el agotamiento marcado en el rostro, en una conferencia de prensa. Carrió le respondió a través de un comunicado firmado por la mesa ejecutiva de la CC: “El gesto de resignar su candidatura ha resultado inconsistente con su posterior decisión de privilegiar intereses políticos carentes de visión nacional”, sentenciaron, con el sonido de los corazones (y los acuerdos) rotos.

El culebrón terminó con lágrimas para todos: para Lilita, que buscó un acuerdo con un dirigente de derecha pese a la resistencia de buena parte del ARI y de los socialistas; para López Murphy, que intentó una salida decorosa a una candidatura con malos pronósticos y quedó entrampado en la maraña de sus alianzas con el empresario; y finalmente, para Macri, que se vio ubicado en el incómodo lugar del tercero en discordia y tuvo que salir a responderle a Carrió cuando deslizó sospechas de corrupción en su pasado, al hablar de su “imposibilidad moral” para acordar con él.

“Está claro que yo no tengo esa imposibilidad moral”, retrucó López Murphy en la conferencia de prensa. Ya había dejado en claro que, entre Carrió y Macri, se quedaba con él. Las paredes del bunker de campaña de Recrear estaban cubiertas de carteles amarillos que decían “López Murphy presidente” (por si todavía había dudas). Al líder de Recrear lo acompañaba la crema el bulldoguismo, incluidos los dos negociadores del fallido acuerdo: Esteban Bullrich y Pablo Tonelli. También estaba el titular del Partido Federal, Martín Borrelli, quien le llevó su apoyo, con sabor a premio consuelo.

Cuando le tocó explicar el fracaso de la negociación, López Murphy le echó la culpa a “la cuestión cultural en la Argentina, que dificulta entender que el otro es diferente y hay que aceptarlo con sus diferencias”. “No fue un problema de candidaturas. Ojalá hubiera sido eso”, descartó, aunque sus negociadores habían pedido que se repartiera el 50 por ciento de los cargos y no habían tenido respuesta. Entre bambalinas, los bulldoguistas se quejaban de que Carrió les había ofrecido sólo una adhesión y no un acuerdo de igual a igual.

“Mantendremos los acuerdos preexistentes”, se mostró fiel el Bulldog, quien fue dando pistas sobre el obstáculo que hizo naufragar las negociaciones. “No se trata de que algunos candidatos salten a otra fuerza. ¡Claro que todos tenían que hacer un esfuerzo!”, comenzó.

–¿La actitud de Macri hizo caer el acuerdo? –preguntó Página/12.

–No hubo una negativa a hacer este esfuerzo, aunque en la última semana, para serle franco, no fue fácil este proceso. Pero no me parece queésta sea una feria de vanidades.

El ex ministro de Economía de la Alianza insistió –en un mensaje dirigido a su ex correligionaria– en que “los frentes electorales deberían haber sido tomados como eran, no como los actores quisieran que fuesen”. Traducción: si Carrió quería un acuerdo con él, tenía que aceptar a sus socios y aliados. Macri incluido. “Quien se beneficia es Cristina Fernández de Kirchner”, concluyó el dirigente.

–¿Descarta una candidatura a senador? –inquirió este diario.

–Las fuerzas políticas no pueden tener como eje buscar cargos. Llegamos a plantear que no hubiera candidatura a nada –esquivó López Murphy, quien ratificó que será candidato a presidente y Esteban Bullrich será su vice.

Según coinciden ambas partes, Macri fue el límite que hizo encallar definitivamente las negociaciones. Desde la CC, sostienen que López Murphy dio el primer paso hacia el acuerdo con aquella carta –casi una carta de amor– en la que la invitaba a dialogar. Según los propios, Carrió le preguntó desde un primer momento si el acuerdo incluía a Macri y le dijo que no. El Bulldog ofreció resignar su candidatura e ir como vice de Carrió, pero ella advirtió que su vice saldría de una terna entre Adrián Pérez, el peronista Gerardo Conte Grand y el socialista Rubén Giustiniani.

Luego comenzaron a conversar sobre una candidatura a senador, pero la semana pasada la chaqueña descartó cualquier acuerdo con Macri y el líder de PRO le respondió a través de la vicejefa Gabriela Michetti. Ella rechazó la negociación con Carrió, en un tono de es ella o yo. Finalmente, López Murphy eligió dónde estaban sus amores. “Se invitó solo y se desinvitó solo”, destilaban despecho en la CC. En tanto, en el macrismo, alguno todavía sospechaba: “En estas novelas venezolanas, siempre queda lugar para una secuela”.