La Secretaría de Derechos Humanos de la Nación creó una Unidad Especial de Investigación de los crímenes cometidos contra miembros de la comunidad judía durante la última dictadura militar. En ese organismo ya existen iniciativas de ese tipo para los niños desaparecidos y los ciudadanos uruguayos y españoles. En este caso, según la resolución que firmó el secretario Eduardo Luis Duhalde, responde a la necesidad de profundizar sobre la ideología “nazi-fascista” que se “enraizaba en el régimen (dictatorial) tanto en lo relativo a su simbología y su metodología aplicada”.

La Unidad tendrá como objetivo “extremar los esfuerzos” para el hallazgo e identificación de los restos de todas las personas de origen judío que se encuentran detenidas-desaparecidas. Por esto contará con la colaboración del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) para extraer muestras de sangre de los familiares directos de las víctimas. Se creará, además, una comisión ad hoc para configurar un “marco teórico” sobre el origen ideológico nazi del terrorismo de Estado. Están invitados a participar el sociólogo Daniel Feierstein, el filósofo Ricardo Forster, el rabino Daniel Goldman y el periodista Martín Granovsky, entre otros. También fue requerido el acompañamiento de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).

La secretaría, a cargo de Eduardo Luis Duhalde, aseguró que “en el accionar del terrorismo de Estado instaurado en nuestro país los ciudadanos de origen judío fueron mayormente victimizados por causa de su ascendencia”.

El año pasado, el juez federal Daniel Rafecas llevó a cabo una investigación en el marco de la causa del Primer Cuerpo del Ejército en la que demostró a través de las declaraciones el ensañamiento de los represores con los detenidos judíos. “Los obligaban a levantar la mano y gritar ‘yo amo a Hitler’, les pintaban en las espaldas cruces esvásticas con pintura en aerosol. Después los demás detenidos los veían en las duchas, oportunidad en que los guardias volvían a golpearlos y matarlos”, le había relatado el testigo Pedro Vanrell.

En el juicio que se le sigue al ex capellán de la Policía Bonaerense Christian von Wernich también se demostró a través de testimonios el feroz antisemitismo del que fueron víctimas los judíos en los centros de concentración. Recibían especial encarnizamiento durante las sesiones de tortura y eran humillados constantemente por su condición religiosa. El director del diario La Opinión, Jacobo Timerman, había sido considerado partícipe del Plan Andinia, un supuesto plan del sionismo internacional para apoderarse de la Patagonia que lo tenía como representante en Argentina. Otro testigo, Carlos Zaidman, detalló que era llamado constantemente “judío de mierda” y obligado por su captores a decir que era “un cerdo judío”.