Con un alto acatamiento, los docentes de la provincia de Buenos Aires realizaron ayer su tercer paro por 24 horas desde el 23 de agosto. El gobernador Felipe Solá los acusó de “extorsión” por la medida de fuerza en la que reclaman la apertura de las paritarias para discutir una recomposición salarial. Desde la cartera educativa provincial aseguran: “No estamos en condiciones de dar ningún aumento”. El Frente Gremial se reunirá hoy para analizar la continuidad del plan de lucha en caso de no iniciarse las negociaciones.

“Creo que el gobernador comete un error importante. No puede plantear que el ejercicio de un derecho constitucional se convierta en una extorsión. Lo que nosotros queremos es discutir la conformación del salario real de la provincia”, le respondió a Página/12, Roberto Baradel, el secretario general del Sindicato Unico de Trabajadores de la Educación (Suteba). El gobernador aseguró que trabajó con todos los gremialistas como si fueran de su “familia”, pero que ya no tiene respuestas porque “no está en campaña”, porque se va y no puede “hablar del futuro”. “Me extorsionan y aprietan con paros para que aumente los sueldos cuando no lo puedo hacer porque soy responsable y quiero dejar una provincia sin déficit”, justificó el mandatario.

El gobierno nacional anunció el pago de tres cuotas de 110 pesos del incentivo docente pendientes desde el 2001, pero los dirigentes sindicales aseguraron que eso es “parte de una deuda” que no hace a la discusión de fondo ya que en noviembre dejarán de pagarse.

La directora general de Escuelas, Adriana Puiggrós, les propuso a los maestros discutir “el salario de 2008” y les solicitó a los gremios 30 días para “revisar un conjunto de cuentas”, ya que en marzo de este año “tuvieron un aumento del 22 por ciento” en el marco del piso salarial de 1040 pesos fijado por la Nación. Desde entonces el salario inicial asciende a ese monto para los docentes con un solo cargo y sin antigüedad. Pero uno de los reclamos planteados es incorporar en el salario básico –que está en 570 pesos– una serie de items que no están incluidos hasta llevarlo a 1200 pesos. Desde el Gobierno detallaron que ese aumento implicaría casi duplicar el presupuesto educativo: a los 10.200 millones de pesos actuales habría que sumarle 9600 millones.

Mirta Petrocini, titular de la Federación de Educadores Bonaerenses (FEB) –que también integra el Frente Gremial–, explicó que el de la provincia es el sistema educativo más grandes del país. Tiene 4,5 millones de alumnos, cerca de 17 mil establecimientos y aproximadamente 270 mil docentes. “En función de eso tienen que presupuestar. En tanto y en cuanto no se tome la educación como una política de Estado y se siga viendo la educación como gasto y no como inversión siempre vamos a estar en la misma situación”, sentenció la dirigente.

Ante el argumento esgrimido de falta de dinero para financiar un aumento, tanto Baradel como Petrocini coincidieron en que el gobernador debe “discutir con la Nación el tema de los fondos que debe redistribuir”. Sin embargo, avezados en cuestiones económicas, desde la cartera educativa responden que una modificación del monto que el gobierno nacional le otorga a la provincia en materia de coparticipación es una facultad del Congreso y no del Poder Ejecutivo. Además, los salarios docentes representan aproximadamente un 60 por ciento del total de los salarios públicos bonaerenses.

Informe: Sebastián Abrevaya.