Frente a los rectores de casi todas las universidades nacionales, reunidos en el Palacio Sarmiento, el ministro de Educación, Daniel Filmus, enfatizó ayer la necesidad de “combinar la autonomía universitaria con las demandas legítimas de la sociedad”. También hizo un balance de su gestión en materia de educación superior, donde destacó que “un país en desarrollo” como Argentina debería ser acompañado por las universidades: “Todos estos elementos deben estar presentes en la futura ley” que suplante a la vigente Ley de Educación Superior (LES).

En el informe de gestión de la Secretaría de Políticas Universitarias presentado ayer por Alberto Dibbern, titular del área, Filmus les planteó a los rectores que es “necesario fijar parámetros de calidad comunes para ciertas carreras de interés público: el país no crece sin sus universidades, por eso hay que rediscutir criterios de autonomía con necesidad de financiamiento”. De ahí la necesidad de “combinar la autonomía universitaria con las demandas legítimas de la sociedad y, en estos momentos, es evidente que el país tiene poquísimos profesionales y, si no los incrementamos, estaremos en un problema serio”.

El titular de la cartera educativa recordó que “las universidades creadas durante el ‘desarrollismo’ de los ’60” estaban íntimamente ligadas a la necesidad de formar profesionales afines a los sectores productivos en crecimiento, como la pesca o el petróleo, pero que finalmente “terminamos teniendo más carreras tradicionales”, lo que generó que hoy existan “universidades que compiten por cantidad de alumnos y no por calidad académica”. En el análisis de la política desplegada en sus cuatro años de gestión, Filmus subrayó que “tras las urgencias de 2003 de pagar salarios y luz”, se pudo planificar y se arribó a una “evolución del presupuesto educativo que nunca creció como en estos años”, dijo. Terminó pidiendo a las autoridades académicas que “tengan en cuenta” todos estos componentes en el proceso de discusiones ya iniciado para modificar el actual marco normativo universitario.

Antes, Dibbern presentó un informe sobre el programa de calidad universitaria. Dirigido al mejoramiento de carreras de interés público, el programa apuntó, por un lado, a 196 carreras de ingeniería, de catorce especialidades distribuidas en 31 universidades. En una segunda etapa, entre noviembre de 2007 y diciembre de 2010 –anunció– las ingenierías recibirán una inversión de 50 millones de pesos. Otras carreras contempladas en el programa serán: trece especialidades de bioquímica y farmacia, diez de veterinarias, ocho de arquitectura, juntamente con proyectos de apoyo a la formación de técnicos informáticos y de capacitación docente.