EL PAíS
› EL DUHALDISMO DICE QUE MENEM NO QUIERE IR A INTERNAS
Las jugarretas de Carlos Saúl
Los hombres del presidente Eduardo Duhalde repetían ayer que todos los cuestionamientos del menemismo a la convocatoria a internas ocultan la decisión del ex presidente de bajarse de la contienda electoral.
› Por Diego Schurman
En Gobierno dan por hecho que Carlos Menem no participará de la elección de internas abiertas. Por eso no se sorprenden por los recurrentes obstáculos que sus principales espadas presentan al llamado de los comicios. A esta altura, evalúan que el objetivo de máxima del ex presidente es congelar la pelea partidaria a través de una ley de lemas y que, si falla en el intento, hasta sería capaz de jugar por fuera del PJ.
“A Menem no le dan los números. Y lo único que quiere es patear todo para adelante. Pero para nosotros eso le servirá únicamente para prolongar su agonía”, señaló a Página/12 un secretario de Estado.
Desde que convocaron a elecciones de internas abiertas, el menemismo comenzó con un programado trabajo de desgaste.
- Exigió “cerrar” las internas “abiertas” a los afiliados del partido y los independientes. Se negó a que en la compulsa justicialista voten los afiliados de otros partidos. “Sería como que los hinchas de Boca participen de las elecciones de River”, ejemplificaron.
- Realizó un paquete de presentaciones judiciales, pidiendo la nulidad de los decretos que establecen las internas para el próximo 24 de noviembre.
- Participó de un juego de pinzas con el reutemista Oscar Lamberto para reemplazar las internas por una ley de lemas, lo que de hecho postergaría cualquier disputa hasta los primeros meses del próximo año.
“Dentro de unos días nos van a argumentar mal aliento”, se quejó ante este diario un ministro de la Casa Rosada a la hora de defender la postura oficial. Para explicar lo mismo Aníbal Fernández, secretario general de la Presidencia, buscó otras palabras. “En un país con las instituciones cuestionadas nosotros queremos que participe todo el mundo. Pero aquí se quiere instalar un tipo de violencia política: impedir que la gente vote por medio de cualquier artilugio”, señaló a Página/12.
Desde Eduardo Duhalde hasta el último funcionario oficial saben que la solución al tema es política y no técnica. Por eso imaginan que cuando venzan los plazos para la confección de los padrones, no habrá fumata blanca: el menemismo se mantendrá en sus trece y el Gobierno defenderá públicamente el cronograma electoral establecido, aunque no parece sencillo que se cumpla.
¿Qué hará el ex presidente? Si la Justicia, o una decisión oficial de último momento, no obligan a modificar las fechas, Menem tendrá que enfrentar un escenario complicado. Las últimas encuestas le marcan un techo, que en principio no parecería tener ni Adolfo Rodríguez Saá ni José Manuel de la Sota. Hasta Néstor Kirchner aparece mejor posicionado en algunos relevamientos.
Habrá que ver si el puntano y el santacruceño deciden pelear dentro del PJ. Nada parece sencillo para el ex presidente. “Menem está desesperado. Tiene un alto porcentaje de rechazo y recientemente volvió a ofrecerle a Reutemann que lo acompañe en una fórmula, pero no lo logró”.
Ir por fuera del PJ, con el sello, por ejemplo, del partido de Luis Patti, sería una alternativa. Pero, si bien le da oxígeno hasta la general de año que viene, sería una jugada de mayor riesgo. Para tener chances de participar del ballottage debería obtener más votos que Carrió y el puntano por un lado, y del candidato que surja de la interna del PJ, si es que aquél mantiene su decisión de pelear por fuera del partido. “Menem no es tonto. Antes: ‘No me voy hasta que me muera’. Hace poco sorprendió con ‘si pierdo me voy a Chile’. Eso, como embarrar la cancha, es toda una muestra de debilidad”, concluyeron muy cerca del Presidente.
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