Fernando de la Rúa reveló a la Justicia que la camarista Ana María Capolupo de Durañona y Vedia le confió haber escuchado al ex ministro bonaerense de Seguridad y Justicia, el justicialista Jorge Casanovas, comentar “con precisión fotográfica” el final abrupto que iba a tener el gobierno de la Alianza. Así, el ex presidente ratificó como testigo un escrito que presentó la semana pasada en el juzgado de Norberto Oyarbide, donde se investiga un supuesto complot para derrocarlo. En diciembre, durante una reunión en un restaurante de Puerto Madero con “varios jueces de la Capital” en la que habría estado la camarista, Casanovas anticipó los sucesos violentos que ocurrirían entre el 17 y el 20 de diciembre, y que culminaron con la renuncia de De la Rúa a la Presidencia de la Nación.
Ayer al mediodía, el ex presidente ingresó a la cochera subterránea del edificio de Comodoro Py, vestido de saco azul, pantalón gris, camisa rosa y corbata al tono, acompañado por sus abogados Miguel Almeyra y Zenón Ceballos, y permaneció algo más de un cuarto de hora en el despacho que Oyarbide tiene en el tercer piso.
En una primera presentación, De la Rúa no había identificado al miembro de la Cámara de Casación que le había hecho el comentario, lo que llevó a Oyarbide a librar oficios a los doce integrantes del Máximo Tribunal en materia penal. Sin embargo, en el juzgado sospechaban que se trataba de Capolupo de Durañona y Vedia dado que entre la magistrada y el ex presidente existiría una “amistad de vieja data”. Esa supuesta relación “siempre fue comentada y jamás negada”, reseñaron fuentes consultadas por la agencia Télam. Y agregaron que el 15 de abril, cuando el ex mandatario concurrió a los tribunales de Retiro para declarar, previamente visitó a la camarista en su despacho. Bajo juramento ante el magistrado, De la Rúa también hizo alusión a comentarios que habría efectuado Casanovas a mediados de octubre del 2001, en los que hacía referencia a que “si (el entonces presidente) no cambia el rumbo de gobierno, lo vamos a sacar con el juicio político”.
Página/12 pudo saber que en la causa aún no hay imputados y que el ex ministro Casanovas no fue citado como testigo porque podría ser convocado más adelante en calidad de sospechoso. Tenía fecha para declarar como testigo el 25 de abril, pero esa citación fue suspendida. En respuesta a uno de los oficios de Oyarbide, el camarista Alfredo Bisordi mencionó la reunión de octubre, que se habría realizado en la Cámara de Casación y de la que también habrían participado algunos de sus integrantes.
Esta investigación se originó por la denuncia de Carlos Enrique Irigoyen, un encargado de edificio de filiación radical que vive en Bahía Blanca. El 15 de abril, De la Rúa prestó declaración como testigo y reiteró su idea de que existió “un plan” para echarlo de la Presidencia y, aunque no imputó a ninguna persona, mencionó entre otros a Casanovas, a Carlos Ruckauf y a Diego Guelar como presuntos conspiradores. Esta causa es considerada la contracara del sumario por la represión del 20 de diciembre, en la que De la Rúa está acusado de homicidio culposo.