La conducción de la CTA que encabeza Víctor De Gennaro llegó al encuentro con el ministro de Trabajo, Alfredo Atanasof, con sus propuestas para enfrentar la emergencia social: un seguro de empleo y formación de 380 pesos para los jefes de familia desocupados más un adicional de 60 pesos por hijo. Atanasof les retrucó con su propio proyecto que apunta a cubrir el mismo flanco, aunque de un monto más modesto, que le significará al presupuesto unos mil millones de pesos anuales. Más contento salió el dirigente de los desocupados, Luis D’Elía, quien anunció que hoy volverá a encontrarse con el ministro de Trabajo para solucionar la distribución de los planes de empleo y alimentarios.
Con la reunión de ayer, Atanasof terminó con su ronda de diálogo con las entidades gremiales. Comenzó con la CGT oficial de Rodolfo Daer, siguió con la autodenominada “rebelde” de Hugo Moyano y cerró ayer con la CTA. Cada central fue con su propio libreto. El que llevó De Gennaro es el del Frente Nacional contra la Pobreza (Frenapo), ya avalado por casi tres millones de personas que lo apoyaron en la consulta popular que realizaron en diciembre. “Nosotros queremos una concertación a fondo que incluya un shock redistributivo del ingreso porque la emergencia nacional exige respuestas contundentes”, sostuvo De Gennaro. La CTA le planteó a Atanasof la exigencia de ofrecer alguna solución rápida dado “la gravedad de la emergencia nacional ocupacional, previsional, sanitaria, educativa y judicial que existe en el país”.
Para Atanasof, lo más positivo de la ronda de diálogo fue la predisposición que encontró en los dirigentes gremiales a participar de la concertación lanzada por el Gobierno. Podría incluso considerar lo suyo un éxito inmediato porque ayer mismo De Gennaro participó de su primer encuentro con los obispos delegados que negocian el acuerdo.
Otro punto común que encontró el ministro fue el reclamo para que se deroguen diferentes puntos de la reforma laboral y hasta la reforma laboral completa dado las sospechas de soborno. “Tráiganme un papelito en el que esté escrito qué quieren modificar y cómo les gustaría que quede”, les pidió el ministro ayer a los sindicalistas.
De Gennaro llegó al encuentro acompañado por D’Elía, el economista Claudio Lozano, el titular de ATE, Juan González, el diputado Alberto Piccinini y el aeronáutico Fabio Basteiro, entre otros. “La Argentina vive una grave crisis económica y social, y nuestra propuesta lo que hace es resolver la crisis económica pero no a partir de discutir cuánto vale el dólar, sino a partir de resolver la crisis social para que se terminen los hogares pobres en el país, se termine la muerte por desnutrición y significa la reactivación del mercado interno”, remarcó De Gennaro, quien ofreció una conferencia de prensa en la sede laboral.
Los jefes de la CTA ya habían tenido oportunidad de plantearle su plan de urgencia al propio presidente Eduardo Duhalde en un encuentro que mantuvieron el martes a la noche. El Presidente les dijo que él también buscaba poner en marcha cuanto antes un subsidio para jefes de hogar sin trabajo, pero que el monto debía discutirse en función de los márgenes que permita el Presupuesto 2002. Atanasof habla de unos mil millones de pesos anuales, que se complementarían con otros 350 millones de pesos que formarían parte de un plan alimentario.
Fuera del plan, la CTA también bregó ante Atanasof por la libertad de los presos sociales, como es el caso del marplatense Emilio Alí, y el desprocesamiento de más de 2500 dirigentes sindicales.