La Cámara Nacional Electoral convocará a los apoderados y candidatos de todos los partidos políticos para saber por qué quieren traer veedores internacionales para las elecciones del 28 octubre, tal como expresaron las fuerzas de oposición (con Elisa Carrió como inspiradora). La cuestión quedó planteada ayer en una reunión que aglutinó a los jueces y secretarios con competencia electoral de todo el país, encabezados por el director nacional electoral, Alejandro Tullio. En el encuentro se vislumbró un rechazo mayoritario al pedido de convocar a delegados de la OEA a controlar los comicios. Hoy habrá una nueva reunión que, seguramente, tendrá como tema estelar la dificultad en ciernes por la multiplicidad de boletas que habrá en la provincia de Buenos Aires y que podrá dar lugar a impugnaciones.

“Si vienen veedores internacionales será por una decisión política. ¿Qué pueden controlar tres veedores extranjeros cuando habrá miles de urnas por todos lados? No van a saber ni dónde están parados”, le dijo la jueza María Servini de Cubría a Página/12. “Nosotros (por los jueces electorales) somos los que garantizamos la formación de las urnas, cómo se reparten, la preparación de las escuelas, las autoridades de mesa, todo”, señaló. Al igual que varios otros magistrados, Servini percibe el pedido de veedores como una desautorización a su tarea como juez.

“Los países que practican la observación electoral no tienen problemas como los nuestros, son democracias muy débiles, con problemas muy grandes y, generalmente, ahí la observación viene a suplir las instituciones”, dijo el vicepresidente de la Cámara Electoral. El camarista aclaró que en Argentina un problema adicional es que “no existe un estatuto que regule la actividad de los veedores y les dé legitimidad o un rol”.

“No sé los motivos que la impulsan (en alusión a Carrió) a efectuar ese pedido, pero sé que el Código Electoral prevé que las autoridades de mesa son el presidente de mesa y los fiscales que designan los partidos”, sostuvo el juez federal con competencia en territorio bonaerense, Manuel Blanco. “Incorporar una figura extraña a nuestra legislación puede terminar conspirando contra la propia transparencia”, advirtió Tullio en diálogo con este diario. “Debería haber neutralidad de la observación, según las normas internacionales, pero acá no está regulado”, insistió.

Durante la reunión, que se hizo en el Correo Central y se extendió toda la tarde, aparecieron en forma recurrente los conflictos electorales de Córdoba y Chaco. “Otros años se hablaba de los muertos en los padrones y, bueno, este año se habla de los escrutinios”, ironizó Servini de Cubría.

“Más allá de los casos puntuales recientes, la mayoría de los jueces consideró que hay que transmitir claramente a la sociedad cómo funciona el sistema. En todas las elecciones siempre alguien pide recuento de votos. Pero la ley lo que prevé es que se recuenten sólo aquellos sobre los que hay consenso. El escrutinio provisorio no tiene valor legal, lo que importa es el definitivo”, intentó resumir, como conclusión del cónclave, Nicolás Deane, secretario de la Cámara Electoral.

Para saldar la cuestión de los veedores, Dalla Vía anunció que –más allá de las opiniones que circulan– la Cámara convocará “pronto” al Consejo Consultivo de Partidos Políticos para debatir “este tema que ha tomado estado público” y “tomar una decisión”.

Deane informó a este diario que el Tribunal Electoral busca poner énfasis en la capacitación de las autoridades de mesa, a la que describió como “la parte más débil de la cadena”, y la concientización sobre la responsabilidad de las personas a las que les toca ese papel. “Siempre se termina designando como autoridad al primero de la cola”, dijo. Y, como ejemplo, contó que en Chubut se enviaron 2900 telegramas convocando autoridades y 2100 volvieron rechazados. La agenda de ayer también incluyó la seguridad (cómo se van a custodiar las urnas) y otros detalles de logística.

El juez Blanco advirtió que en la provincia de Buenos Aires, el principal distrito electoral del país, “históricamente” los comicios “han sido complicados”, un problema que amaga con crecer dada la increíble proliferación de listas que apoyan a un mismo candidato. Este punto será analizado hoy por los jueces, en plan de prever y evitar problemas. Blanco, de todos modos, agregó que el hecho de que las elecciones “vayan a ser complicadas no significa que no vayan a ser transparentes”.