Dom 30.09.2007

EL PAíS  › REUNION SIN DEFINICIONES POR BOTNIA EN LA LEGACION ESPAÑOLA

Alto nivel, bajos resultados

Pese a las expectativas, la reunión de argentinos y uruguayos en casa española sólo sirvió “para mantener el diálogo”. El caso seguirá en La Haya, por vía judicial. El anfitrión dijo que “somos conscientes de que subsisten las diferencias”.

› Por Luis Bruschtein

Desde Nueva York

Luego de tres horas de reunión entre funcionarios argentinos y uruguayos en la residencia del embajador de España ante la ONU, Juan Antonio Yáñez Barnuevo, ninguna de las partes del diferendo quiso hacer declaraciones oficiales y encargaron al diplomático español que informara a los periodistas. “Somos conscientes de que subsisten las diferencias”, “toda reunión es un paso más” o “todavía no tenemos fecha para el próximo encuentro”, fueron algunos de los términos que, con la delicadeza de la diplomacia, Yáñez Barnuevo definió una reunión en la que no hubo declaración ni informe oficial sobre los puntos discutidos. Esta manera elegante de salir del paso confirmó la sensación de que la ronda de conversaciones promovida por el rey de España no desembocará en la solución del conflicto entre los dos países por la instalación de la papelera Botnia en Fray Bentos, cuyo desarrollo final seguirá por la vía del juicio en el Tribunal de La Haya.

Yáñez Barnuevo, que fue designado “facilitador” de las negociaciones por el rey de España, se vio en dificultades para informar sobre la reunión sin decir nada sobre el encuentro que poco antes habían mantenido el canciller Jorge Taiana y el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, por el lado argentino, y el canciller Reinaldo Gargano y el secretario de la Presidencia, Gonzalo Fernández, por el uruguayo. Además de Yáñez Barnuevo, en cuya residencia en uno de los barrios más elegantes de Nueva York, junto a la Nunciatura vaticana y a una cuadra del Central Park, se realizó el encuentro, también participó el canciller español Miguel Angel Moratinos.

Alrededor de esta reunión se había generado una expectativa que ayer parecía obra de la esquizofrenia. En su reciente gira por Madrid, el presidente uruguayo, Tabaré Vázquez, había asegurado que tenía muchas esperanzas de que se llegara a un acuerdo sobre el tema Botnia. En la reunión previa celebrada en mayo en España se había hecho un punteo de los problemas sobre los que había que discutir: la relocalización de la planta, los cortes de ruta en el lado argentino, y una política ambiental común para el río Uruguay, e incluso se había especulado con fechas tentativas para culminar este proceso de diálogo.

Ayer, Yáñez Barnuevo dio a entender que no se había avanzado en la solución de ninguno de los puntos y en la comitiva argentina se aseguró que el punteo que se había logrado en la reunión anterior sólo había sido para identificar los temas en discusión, nada más. Taiana y Fernández se retiraron sin hacer declaraciones. Pero lo mismo hicieron los uruguayos Gargano y Fernández, quienes no se detuvieron para explicar al menos a qué se habían debido las declaraciones de Tabaré Vázquez en España.

Cuando le preguntaron a Yáñez Barnuevo si la reunión había sido un paso adelante en la solución del diferendo, respondió que “un paso”, y entre los periodistas se bromeó: “¿Un paso para atrás o para adelante?”. El español insistió en el clima “muy cordial” entre ambas partes en el que se había desarrollado el encuentro, y subrayó que “todavía tenemos que seguir trabajando”. Cuando se le preguntó por las declaraciones de Tabaré Vázquez en Madrid, muy amable el español reflexionó unos instantes y alabó el optimismo del mandatario uruguayo, pero simplemente acotó que “todavía hay tela para pelar”. Esta vez, el embajador ni siquiera quiso identificar los puntos en discusión. “Ustedes entiendan, hay un juicio en marcha y no quisiera hacer ninguna declaración que pueda interferir”, se disculpó.

Los últimos preparativos de este encuentro que tan poco resultado parece haber tenido comenzaron el jueves, cuando Taiana se reunió con Moratinos en la misión diplomática española ante la ONU. Ayer a la mañana hubo otro encuentro entre Taiana y Fernández con los funcionarios que se encargan de los aspectos técnicos del diferendo, los diplomáticos Susana Ruiz Cerutti y Alberto D’Aloto. Estos dos se reunieron luego con sus equivalentes del lado uruguayo y finalmente se efectuó la reunión de alto nivel.

El encuentro también estuvo atravesado por el malestar que produjeron declaraciones periodísticas del presidente Néstor Kirchner, que en medios de la delegación argentina se asegura que fueron malinterpretadas y sacadas de contexto. “De ninguna manera el Presidente dijo o dio a entender que Argentina se resignaba ante la instalación de la planta de Botnia en Fray Bentos, ni que lo daba como un hecho –afirmó un alto miembro de la delegación–. Simplemente se refirió a que en esta vía de negociación no hay posibilidad de acuerdo con respecto a la relocalización de la planta, por lo que se pondrá el acento en el juicio que se lleva adelante en el Tribunal de La Haya.”

En la delegación argentina se comentó que “se creó demasiada expectativa alrededor de esta reunión, algo que nosotros nunca quisimos porque siempre vimos esta ronda de conversaciones promovida por los buenos oficios del rey Juan Carlos como una forma de mantener el diálogo, y no como el medio para alcanzar una solución”. Si la expectativa fue inflada o no, lo cierto es que se hicieron muchas especulaciones desde el primer momento: desde la relocalización aceptada por el lado uruguayo, hasta la aceptación de la ubicación actual de la planta por el lado argentino, a cambio del monitoreo conjunto de la producción de la pastera para impedir que la aumente en forma inconsulta como señalaron otras informaciones periodísticas.

Ahora, los negociadores argentinos afirman que no hubo expectativa de ningún tipo: “Nosotros siempre lo dijimos –aseguró la misma fuente de la delegación–, las posiciones estaban muy claras desde el principio y desde el primer momento no hubo la más mínima señal de que se produjeran modificaciones en los temas importantes como la localización de planta, que era el que más nos preocupaba, nosotros no hemos cedido en nada la tesitura inicial en ese sentido, por eso nos molestó tanto la forma inexacta como se reprodujeron las declaraciones del presidente Kirchner”. “El Presidente simplemente dijo que la planta está allí y que la vamos a seguir cuestionando en La Haya”, insistió.

La supuesta negociación entre los dos gobiernos para postergar la inauguración de la planta hasta después de las elecciones presidenciales en Argentina fue calificada como un “invento”. “Nosotros no negociamos nada, los que tienen muchos problemas con Botnia, y se puede comprobar por las declaraciones de la ministra uruguaya de Medio Ambiente, son los uruguayos, que están furiosos con la empresa, porque las piletas tienen fisuras y la construcción no es segura. Ellos han postergado la inauguración por problemas de la planta y si hubo alguna especulación con la fecha de las elecciones, es una cuestión del lado uruguayo, no fue por nuestra intervención para nada.” Con estas definiciones quedó claro que la ronda de negociaciones patrocinada por el monarca español se mantendrá “para mantener el diálogo” y para que las diferencias que puedan surgir por el tema Botnia no tiñan toda la relación bilateral. Pero el centro de la estrategia será el juicio planteado ante el Tribunal de La Haya donde el gobierno argentino acusó al uruguayo por la violación del Tratado de Aprovechamiento conjunto del Río Uruguay.

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