El matrimonio Kirchner volvió a Córdoba. Lo hizo para participar de un acto junto al gobernador cordobés José Manuel de la Sota. Aunque evitó pronunciarse sobre las denuncias de fraude formuladas por Luis Juez, el Presidente invitó a los cordobeses a “dejar de ser fiscales unos de otros”. Un mensaje que a pocos días del final del escrutinio definitivo es un llamamiento a dar por cerrada la discusión y a aceptar el resultado que en los cálculos provisorios le había dado el triunfo al candidato del PJ y de la coalición Unión por Córdoba, Juan Carlos Schiaretti.

La inauguración de una escuela de Bellas Artes y de un tramo de la autovía que unirá Villa María con la capital cordobesa fueron el escenario desde el que Kirchner invitó a los habitantes de Córdoba a convertirse “en predicadores de los buenos tiempos”.

El Presidente se convirtió en el único orador luego de que De la Sota renunciara a hacer uso de la palabra. El vicegobernador Schiare- tti había desistido de participar porque se trataba de un acto oficial y todavía está en uso de licencia.

Apenas llegó a Villa María, Kirchner evitó decir alguna palabra concreta sobre las elecciones cordobesas. “Yo no intervengo en los temas federales; cada provincia debe resolver sus propias cuestiones. Para nosotros, lo importante es el escrutinio definitivo, como corresponde en toda democracia”, fue su única respuesta. Precisamente ese conteo es el que Juez está cuestionando. Anteayer retiró sus fiscales luego de que la Justicia Electoral fuera rechazando sus reclamos de uno en uno. Kirchner eligió mirar hacia adelante y destacó que “siempre vale más el futuro que cualquier contradicción del pasado”.