“Si me vota toda la gente que me saluda en la calle sería un paseo”, se agrandó Carlos Salvador Bilardo, cuando en el 2003 amagó con presentarse en las presidenciales con su Partido de Unidad Nacional. Desde entonces, más allá de aquellas ínfulas, no volvió a incursionar en política hasta ayer, cuando se mostró junto a Daniel Scioli en un acto de campaña. “Si se gana la elección voy a ser el secretario de Deportes, desde donde también voy a colaborar con la educación y la salud de los bonaerenses”, confirmó el ex técnico de fútbol a Página/12.

El acuerdo entre Scioli y Bilardo se terminó de sellar en la casa-bunker que el candidato a gobernador kirchnerista tiene en calle Anchorena. De las negociaciones participó el coordinador de la campaña y mano derecha del vicepresidente, el legislador Alberto Pérez.

Scioli le confió que, en caso de resultar electo, modificará el organigrama provincial, subdividiendo la Secretaría de Turismo y Deporte, para asignarle esta última al ex técnico campeón del mundo. En el área trabajaría además el ex jugador de hockey Marcelo Garrafo.

Puertas adentro, Bilardo se mostró dispuesto a promocionar el deporte entre grandes y chicos, como parte de la política de contención en barrios humildes. Es un secreto a voces que el médico no será un funcionario de escritorio sino que Scioli aprovechará su popularidad para publicitar los actos de gobierno.

“Llegué a la decisión de acompañar a Scioli hace una semana. Ya en el ’91 yo trabajaba con estos temas. Me habilitaron escuelas acá y en todo el mundo. En Laferrère, González Catán, Junín, La Plata, San Isidro. Estaban los torneos juveniles. Así empecé”, le dijo a este diario en un breve diálogo telefónico tras participar de un acto de campaña en Quilmes.

–¿Y por qué dejó?

–Yo había viajado a Japón y perdí la habilitación, por entonces justo me llegó una oferta para dirigir Sevilla y me fui a España.

–¿Y qué se propone hacer ahora?

–Primero de todo está la salud y el deporte, es fundamental en el país. Tienen que ir de la mano con el deporte. Hay que hacer algo integral, darle una función social a los torneos que se organicen.

–¿Alguna medida concreta?

–Estamos analizándolas con un equipo. No me pida los nombres porque hasta después de la elección no puedo decirle. Sí le puedo decir que yo nací en los clubes de barrio. Y que vamos a darle mayor impulso. También tenemos que mejorar el deporte competitivo. Ojo, lo digo desde Roma ’60.

–Usted había desistido de la política, ¿se acuerda?

–¡Claro! Me costaba muchísima plata. La gente me decía que me quería, pero a cambio de algo. Todo era por plata. Y ojo que hubo mucha gente que me ayudaba, gente de la facultad, abogados. Pero nunca podían encontrarse porque tenían un congreso o una reunión.

–¿Cómo lo convenció Scioli?

–Me tentó con algo que me gusta desde siempre. Nos juntamos dos veces, la última antes del viaje que hice hace poco a Londres. Y hace unos días le dije que sí, que me interesaba, que era lo mío. ¡Va a estar lindo!

–¿Esto significa que comulga políticamente con Kirchner?

–Desde antes. Le cuento algo. Un lunes me llamaron para decirme que el doctor Kirchner me quería ver. Me esperaban él y Scioli en la Casa de Santa Cruz. El martes salimos en la tapa de Clarín. Decía algo así como “un artista con Menem; Bilardo con Kirchner”. Al día siguiente Menem dijo que no se presentaba (al ballottage).

–Ah, el que asustó a Menem entonces fue usted...

–¡Eh!..no lo escucho bien ¿cómo dijo?...es que hay interferencias.

–Olvídelo. ¿Abandonó su plan de presidir la AFA?

–Nooooooo. Yo sigo pensando lo mismo, creo que me gané en cincuenta años de recorrer el mundo un respeto que no se puede desperdiciar. Mi compromiso es con Scioli, pero a la AFA la sigo ambicionando.