EL PAíS
› EXCLUSIVO: UN ESTREMECEDOR INFORME DE INTELIGENCIA MILITAR DURANTE LA DICTADURA
Lo que sabía el 601
Son 93 carillas secretas preparadas en junio de 1980 por el Batallón 601 que analizan la segunda contraofensiva de Montoneros. El nivel de detalle es estremecedor: hasta figura quién es la maestra de sus hijos en La Habana. Tanto conocimiento hace preguntarse quién o quiénes fueron las fuentes. Ahora, estos papeles son parte central de la causa del juez Bonadío.
› Por Miguel Bonasso
Un documento secreto de la inteligencia militar (Batallón 601), nunca publicado hasta este momento, revela que el Ejército tenía un conocimiento casi perfecto sobre la intimidad organizativa de Montoneros y sus planes políticos y militares. A tal punto, que sugiere la posibilidad siempre enunciada y nunca probada de una infiltración en los altos niveles de la organización guerrillera peronista. El extenso informe (93 carillas) está caratulado “estrictamente secreto y confidencial”, fue elaborado en junio de 1980 por la “Central de Reunión” y forma parte del corpus estratégico de la causa 6859, a cargo del juez federal Claudio Bonadío, que investiga el secuestro y desaparición de 18 militantes montoneros, de los cuales solamente sobrevivió Silvia Tolchinsky, actualmente residente en España.
El proceso judicial, que ha causado inquietud en los medios castrenses, le ha significado el procesamiento y la orden de prisión a casi cuarenta represores, empezando por el ex dictador Leopoldo Fortunato Galtieri, recientemente operado de una enfermedad terminal. El texto elaborado en Viamonte y Callao, se complementa en la causa con otro informe de la Dirección General de Inteligencia de la Policía de la Provincia de Buenos Aires (D.G.I.P.B.A./ Div. CR.Extr. nº 605, de marzo de 1980), que firma el comisario mayor Alberto Rousse, Subdirector General de Inteligencia. El documento detalla las caídas de los militantes montoneros y revela que la fuente es el Batallón 601 (el Servicio de Informaciones del Ejército). El comisario Rousse evalúa la información como A-1, el rango máximo de seriedad en el argot de los servicios. Lo mismo puede decirse del análisis principal, compuesto por diversos informes parciales, pero redactado posiblemente por una mano única, una rara avis en el mundo de la “inteligencia”: un espía realmente inteligente.
La “segunda contraofensiva”
En marzo de 1980, a despecho de las pérdidas estratégicas sufridas en 1979, durante la primera etapa de la llamada “contraofensiva popular”, la Conducción Nacional de Montoneros (CN) lanzó una segunda oleada de jóvenes militantes sobre el país. Varios de ellos, que integraban la estructura militar de las TEI (Tropas Especiales de Infantería), fueron secuestrados con sugestiva velocidad; en algunos casos a menos de una semana de haber ingresado clandestinamente a la Argentina. Todos continúan desaparecidos.
Las TEI y las TEA (Tropas especiales de Agitación), eran los instrumentos con los que la CN, cada vez más cegada por una visión militarista, pretendía actuar como motor de arranque de un levantamiento popular que no se produjo. Desgraciadamente, a pesar de las escisiones y las fuertes condenas internas, la Conducción no había hecho una autocrítica de la “Primera Contraofensiva” de 1979, cuestionada por acciones “comando” espectaculares y cruentas, que causaron más espanto que aprobación en la sociedad civil. El resultado para Montoneros fue catastrófico: perdió el 75 por ciento de los militantes enviados desde el exterior, empezando por un miembro de la Conducción Nacional (Horacio Mendizábal), seis miembros del Consejo Superior del Movimiento Peronista Montonero, entre los que se contaba el ex diputado Armando Croatto; valiosos y experimentados dirigentes políticos como el puntano Julio Suárez; dirigentes sindicales de base, como José Dámaso López o juveniles, como Jorge Gullo, hermano del líder de la JP, Juan Carlos Dante Gullo.
Ya antes de la Contraofensiva, en febrero de 1979, el Movimiento peronista Montonero (MPM), había sufrido una importante escisión conducida, entre otros, por Rodolfo Galimberti. En diciembre de ese mismo año, otro grupo que incluía la mitad del Consejo Superior del MPM rompió con la CN, criticando el “militarismo y aparatismo” de la trágica maniobra. A pesar de las divisiones y señalamientos, la CN insistió con su estrategia y envió otro contingente de militantes al país, encuadradospreferentemente en las TEI y las TEA. El resultado volvió a ser letal y Montoneros ingresó a partir de entonces en un plano inclinado del que no se recuperaría nunca. Este es el contexto histórico en el cual uno o más miembros del 601, escribieron (¿con ayuda de algún infiltrado? ¿con el trabajo esclavo de algún prisionero al que luego igual asesinaron?) su extenso análisis acerca de la BDT (“Banda de Delincuentes Terroristas”) Montoneros.
El Informe
El largo análisis del 601, comienza haciendo referencia a otro documento, del 15 de octubre de 1979, donde registraban ya la “crisis interna de la BDT”, “causada por la decisión de la CN de lanzar la maniobra de la contraofensiva en el país”. Recuerda que “un conjunto de intelectuales del ‘MPM’ se hallaba elaborando una propuesta política llamada ‘proyecto nacional revolucionario’, que se presentaría ‘a personalidades extranjeras’”. “En general tendía hacia los postulados de la socialdemocracia europea, por considerar que era lo más potable para EUROPA, los ESTADOS UNIDOS y países socialistas”. Tras analizar, sin triunfalismos, que los réditos políticos de la “contraofensiva” fueron “escasos”, el anónimo redactor (o los anónimos redactores) subrayan que la “BDT” “sigue adjudicándose el liderazgo de los movimientos de fuerza ocurridos en el país, por diversas causas, durante el año pasado”. Luego comenta, con el mismo tono, la escisión del DT (“delincuente terrorista”) Rodolfo Galimberti y un “grupo de adherentes” que, además del daño político, obliga a la organización a enviar al país “otros miembros de nivel, para cubrir los claros dejados por el grupo disidente”. Lo cual a su vez le supondrá a la organización las graves bajas detalladas más arriba.
“Aproximadamente en noviembre de 1979, los militantes prófugos se repliegan al exterior”, dice el documento y añade un dato logístico que tendrá consecuencias letales para los integrantes de la segunda contraofensiva: “El material salvado de la acción de las FFLL (‘fuerzas legales’) es depositado en empresas guardamuebles previendo su retiro, para continuar la actividad, entre Feb/mar 80, lo cual es desbaratado al efectuarse procedimientos sobre dichas empresas”, en diversos puntos del país y secuestrar “la casi totalidad del material”, que incluía elementos para la propaganda y las comunicaciones, armamento y explosivos, obviamente “embutidos” en muebles y objetos aparentemente inofensivos. Material comprado preferentemente en el exterior que ingresó “desde países limítrofes como Chile, Bolivia y Brasil (...) mediante el empleo de personas no encuadradas en la BDT, que lo transportaron ‘embutido’ en casas rodantes o trailers...” En los guardamuebles cantados, los operativos del Ejército (y en algún caso de la ESMA) montarían guardia para secuestrar a quienes regresaban o venían por primera vez, para la segunda contraofensiva.
Después de evidenciar un conocimiento minucioso del modus operandi de la “BDT”, lo cual finalmente es menos llamativo, el documento ingresa en un plano íntimo, anecdótico, que sí llama profundamente la atención al que conoce la materia. El terrible “narrador omnisciente” relata pormenores del encuentro que mantienen en “la Comandancia” (por entonces ubicada en la escasamente penetrable Habana), el secretario general del Partido Montonero y Comandante en Jefe del Ejército Montonero, Mario Eduardo Firmenich, con el jefe del Comando Táctico que fue al país, comandante Raúl Clemente Yaguer (NG; es decir “Nombre de Guerra”) “Roque”. Yaguer, que según el 601 ha presenciado “uno de los atentados realizados por las TEI, el cometido con el señor (Francisco) Soldati”, donde hay bajas montoneras, “pone de manifiesto su escepticismo en cuanto a la eficacia de las TEI instruidas en MEDIO ORIENTE, pues le dice a éste (Firmenich) que ‘los cursos Pitman no van’”. El humor negro, tajante para volcar lacrítica, era típico de Yaguer. La exactitud de la observación también: no había muchos puntos en común entre el conflicto armado palestino-israelí y la lucha popular (eminentemente política y social) contra una dictadura que hablaba el mismo idioma y usaba los mismos símbolos.
Los servicios argentinos andaban por todo el mundo, ya se sabe, no es raro entonces que supieran cómo se reclutó a quienes irían, con indudable coraje y entrega, a la gigantesca sartén que era la Argentina de 1979. “La responsabilidad de esta tarea la tenía el Departamento Europa de la SRE (Secretaría de Relaciones Exteriores de Montoneros) (...) Otro centro importante se encontraba en México y funcionaba allí en la llamada ‘casa del MPM’”. El Informe del 601 abunda en datos sobre la relación militar entre Montoneros y Al Fatah, que había sido imprudentemente publicitada en una entrevista concedida al semanario español Cambio 16, por el jefe de la estructura militar, Horacio Mendizábal, quien luego caería en combate, durante la primera Contraofensiva. La revelación de “Hernán” o “el Lauchón”, como se conocía a Mendizábal en Montoneros, causó alarma en el alto mando palestino y atrajo definitivamente sobre los guerrilleros argentinos la inquietante mirada del Mossad israelí. Que, según algunas fuentes, nutrió con información al 601.
Lo que inquietaba al Mossad
“Posteriormente .prosigue el Informe- los militantes convocados para realizar cursos en el Líbano, realizaban un curso completo (de dos meses de duración) de adoctrinamiento político, en base del ‘Manual Roqué’, en Madrid y luego viajan para realizar la instrucción militar en Medio Oriente”.El “Manual Roqué”, que llevaba como título formal “Curso de formación de cuadros del Partido Montonero”, había sido escrito en México por el comandante Julio Iván Roqué (“Lino”), que en 1977 regresaría clandestinamente al país y se batiría, en absoluta soledad, contra una nutrida patota de la ESMA, a la que le causó tres bajas. Para que no lo reconocieran y supieran que era un miembro de la Conducción Nacional, cuando se le acabaron las municiones se voló a sí mismo con una bomba de exógeno. Los propios marinos quedaron impresionados por su heroísmo. El “Cuervo” Alfredo Astiz, en su célebre charla con la periodista Gabriela Cerutti, le confesó que nunca sintió tanto miedo como en ese combate contra un hombre solo. El “Puma” Jorge Perrén, jefe operativo del GT33/2 y jefe del operativo contra Roqué, desalentó la nauseabunda euforia de un prisionero que se había pasado de bando e intervenido en el tiroteo: “Yo no festejo la muerte de un enemigo que combate de esa manera”.
“La instrucción militar que brinda Al Fatah a la BDT .prosigue el 601- obedece a convenios firmados en 1978 por el DT (NL) Horacio Alberto Mendizábal (NG) ‘Hernán’ y el responsable militar de Al Fatah, Abou Jimad. En estos convenios constan los compromisos, por parte de ésta, de prestar ayuda en cuanto a la instrucción militar y la compra de armamento y, por la BDT, de instalar una planta de elaboración de explosivo plástico (exógeno), disponibilidad de personal técnico para ello, mantenimiento y producción (esta última de propiedad exclusiva de la OLP-Al Fatah)”. Al “Instituto” no le preocupaba mucho la solidaridad política de Montoneros con la causa palestina; inclusive el hecho notorio de que sus representantes en Asia, Africa y Medio Oriente fueran “en alguna medida, los portavoces oficiales de los palestinos en cuestiones relacionadas con el Depto AMERICA de Al Fatah”. Pero .alguna vez lo advirtió- no iba a tolerar una alianza militar.
El detalle revelador
El capítulo referido a la Conducción Nacional, sus distintos instrumentos organizativos y sus propuestas tácticas y estratégicas, es interesante para el especialista pero puede ser obviado ante los lectores, en lamedida en que su información podía ser recogida a través de la nutrida prensa pública del Partido, el Movimiento y aún el Ejército Montonero, que editaba su revista “Estrella Federal”. Más significativas son algunas reflexiones que hacen al ánimo interno de los Montoneros que estaban en el exterior, tras el desastroso resultado de la primera contraofensiva. El documento no sólo detalla cambios organizativos que dan por superado su anterior análisis informativo (el IIE del 15 de octubre de 1979).
“La reorganización y reestructuración actual, está más acorde con la realidad que vive la BDT; se ha dejado de lado la ampulosidad que la caracterizaba en épocas pasadas; influye en esta nueva organización la falta de cuadros partidarios que reemplacen las bajas producidas, las deserciones y las figuras que, en franca disidencia con la CN, han abandonado sus filas para generar nuevas organizaciones que si bien no divergen en lo ideológico, no comparten los puntos de vista de la CN en cuanto a la apreciación de situación y metodología a emplear para el accionar .’militarismo’-; otra causa de las disidencias y escisiones la constituyen ‘la falta de democracia interna’ y ‘elitismo’ reinante en el seno de la banda, lo que molesta y causa desagrado en los niveles inferiores (capitanes, hasta tenientes, especialmente)”.
El conjunto del documento es riguroso en cuanto a personas, nombres legales y de guerra, fechas y circunstancias; las erratas son las mínimas que se pueden encontrar en 93 carillas a un espacio, hablando de una sociedad secreta. Pero donde la minuciosidad se torna más que inquietante, es en la descripción de un ámbito que se suponía más que hermético para esas fechas: la Secretaría General y sus distintas dependencias: Comunicaciones, Seguridad Personal, Técnica, etcétera.El documento, tal como llega a manos de Página/12 (que, conviene aclararlo, no es gracias a ninguna fuente tribunalicia), registra anotaciones de puño y letra de otro personaje de la tiniebla que corrige y perfecciona la información. Sobre todo la “operativa”, la que les permitirá vigilar “el objetivo” y caer sobre su presa. Así, por ejemplo, donde dice a máquina “Comunicaciones: a cargo del DT (NG) ‘MARTIN’”, el misterioso lector añade: “Gurí”, como nuevo nombre de guerra.
“La Secretaría Técnica tiene como responsable a la DT (NL) Silvia Tolchinsky de Villareal (NG) Chela, de nivel Tte. 1º. Le dependen directamente un centro de computación de datos, el archivo, la guardería y la oficina de la comandancia”. Una fuente ignota detalla que en el centro de computación de la Comandancia, en algún lugar de La Habana, puede encontrarse “una computadora TRS 2 Sistem, con consola de mando, pantalla, impresor y cuatro aparatos para discos ‘TRS 2’ o ‘Basic Disk’; a esta computadora se le pueda anexar teléfono y grabador; hasta los primeros días de 1980, estaba programada para trabajar con información de los legajos personales de los militantes”. “El archivo a cargo de la DT (NG) ‘Raquel’ (‘Mac Donald’, añade tras una breve flecha el de las anotaciones manuscritas), Tte, contiene los documentos de la BDT e información necesaria para sus actividades”.
¿Quién conoce ese ámbito reservado? Cuba mantiene en aquel momento relaciones diplomáticas con la Argentina. Es lógico que su gobierno, de por sí discreto y cuidadoso en este tipo de actividades, no permita que haya filtraciones. ¿Quién ha logrado traspasar la severa vigilancia de las Tropas Especiales, que hasta le sirve la comida a la Comandancia Montonera, para evitar indiscreciones? ¿Quién puede perforar la malla de esa tropa de élite que responde directamente al Comandante en Jefe, Fidel Castro? Alguien lo hace. Alguien que ha caído en manos de los “horribles” o, lo que es peor, que está perfectamente libre y sabe de que habla. Pero ¿quién? Su sombra se destaca en un tema aparentemente menor, que es la guardería de La Habana. Allí conviven “los hijos de los compañeros”. De los compañeros que están transitoriamente en Cuba .como el propio ‘Pepe’Firmenich, cuya hija está en la guardería- o de algunos compañeros que “han caído” en Argentina.
El Informe, una vez más, es aterradoramente preciso: “La guardería está a cargo de la DT (NL) Susana Brandinelli de Croatto (que ha ido allí, tras la caída de su compañero Armando Croatto en la primera contraofensiva). Está solventada por las Tropas Especiales Cubanas, en cuanto alimentación y personal. Fidel castro regaló un vehículo ‘combi’ para el traslado de los niños hasta los ‘círculos’ (jardines de infantes) donde concurren los hijos de madres trabajadoras. (El corrector de la tiniebla ha trazado un círculo alrededor de ‘combi’ y ha subrayado los nombres y la palabra ‘círculos’). Los hijos de los DDTT (‘Delincuentes Terroristas’) que ahí se alojan son atendidos de sus problemas de salud en el Hospital Centro de La Habana; el equipo médico encargado de esta labor está a cargo del Dr Valdez Martin. Esta guardería cuenta con una asesora pedagógica, Hilda Coronel y una psicóloga conocida como Ruth, las que hacen visitas mensuales a la instalación. En forma permanente se desempeña una enfermera de Salud Pública llamada Lidia. La asesora pedagógica es quien se encarga de matricular a los hijos de los DDTT en los ‘círculos’”.
Es imposible citar todo lo que el documento enumera. Pero no hay detalle orgánico que se les escape: hay precisiones sobre los cursos que se dan en la “Orga”, sobre su producción de armas y explosivos y un engendro que les preocupa mucho: la emisora de onda corta -”Radio Noticias del Continente”- que la “BDT” ha montado en Costa Rica para perforar el cerco informativo en Argentina. La emisora sufre ataques armados y, finalmente, una fuerte presión del gobierno militar, hará que los costarricenses anulen la licencia.La información interna de la radio es impecable. Con detalles que demuestran la permanente actualización operativa de los datos: al lado del nombre de uno de sus ejecutivos, Carlos Suárez, el misterioso comentarista, escribe: “Cap Fed”. Tiene el dato preciso: el hombre está clandestinamente en Buenos Aires.
Por las incontables carillas desfila toda clase de nombres. Tanto los de los militantes, como los de las personalidades, nacionales y extranjeras, con las que Montoneros ha tenido o tiene contacto. También rompe una regla de oro de esta clase de informes, que suele ser la jactancia y el autobombo del burócrata del terror que lo perpetra. Cuando no sabe algo, el informe lo dice; como en el caso de la sección “Editorial”: “No se posee abundante información sobre este ámbito de la secretaría de relaciones exteriores”. Lo único gordo que se le pasa es la reunión de Managua, de marzo de 1980, donde se parte en dos el Consejo Superior del MPM. Registra la agitada reunión y sus conclusiones, pero admite que no sabe en qué país latinoamericano fue realizada.
Las caídas
Como ya se dijo, el 601 compartió su información acerca del grupo de las TEI con Inteligencia de la Bonaerense. Este informe es mucho más corto y puntual, pero acerca un dato estremecedor a la investigación del juez Bonadío: la velocidad con que fueron cayendo los militantes al ingresar al país. Según este documento Angel Carbajal (Quique), entró a la Argentina el 5 de febrero y fue secuestrado el 21. Julio César Genoud (Facundo o Raúl) entró el 26 de febrero y fue detenido el 27. Mariana Guangiroli (Toti) lo mismo. Verónica Cabilla (Cecilia) igual que los anteriores. Ernesto Emilio Manuel Ferré (Chino), jefe del grupo, que había reingresado el 10 de febrero fue capturado el 28. Miriam Antonio (Gringa o Lucía), sobrina de Jorge Antonio, igual que el Chino. Raúl Milberg (Ricardo), pasó la frontera el 5 de febrero y fue detenido en la misma casa en que cayeron los anteriores. Ricardo Marcos Zucker (Pato), hijo del actor cómico MarcosZucker, regresó de España a comienzos del 80 y cayó en una cita el 29 de febrero. Marta Libenson (Ana), igual que el Pato Zucker. Matilde Adela Rodriguez había regresado poco antes de su caída, el 29 de febrero de 1980. Según el informe, la inteligencia montada a partir de los guardamuebles fue decisiva para “tirar de la piola” y que fueran cayendo. Alguien en el ámbito judicial explora otras hipótesis.