El jefe de Gobierno electo Mauricio Macri presentará mañana el gabinete con el que saldrá a la cancha. Los ministros que eligió (y los que no). Y un posible pase al dream team de Daniel Scioli: Eugenio Burzaco.
› Por Werner Pertot
Guillermo Montenegro.
Como ministro de Justicia y Seguridad, el ex juez federal del caso Skanska va a ser el arquero: tendrá que atajar el problema de la inseguridad y la disputa con el gobierno nacional por la policía. Rugbier, fanático de Boca, dejó la carrera judicial para enfrentarse a los problemas de la ciudad.
Esteban Bullrich.
Juega de suplente de María Eugenia Vidal, quien ocupará el Ministerio de Desarrollo Social luego de sus seis meses de licencia por maternidad. Ella es la referente del área social de la Fundación Creer y Crecer. El, uno de los dirigentes de Recrear más cercanos a Macri. Fue el candidato a vicepresidente de López Murphy en su olvidable elección de este año.
Hernán Lombardi.
Mediocampista, por su cintura política Lombardi ocupará el Ministerio de Cultura, pese a que lo habían tentado para Turismo. Fue militante de Franja Morada en los ochenta y se alejó del radicalismo luego de la sanción de las leyes de impunidad. Volvió de la mano de Fernando de la Rúa: fue su secretario de Turismo en la ciudad y en la Nación ocupó un Ministerio de Cultura, Turismo y Deportes. Perdió por goleada como candidato a gobernador de Ricardo López Murphy en 2003, pero luego se acercó al otro socio de PRO.
Mariano Narodowski.
Le tocó jugar de defensor, pero contra los gremios docentes, algunos de los cuales habían apoyado a Daniel Filmus en la campaña. No le espera un panorama apacible en la puja salarial. Ex vicerrector de la Universidad de Quilmes, docente en la Di Tella –no piensa dejar de dar clases–, Narodowski pasó de la escuela de formación de Ctera al Ministerio de Educación de Macri.
Humberto Schiavoni.
Deberá gambetear los conflictos que surjan de la urbanización de las villas de la Capital que planea Macri. No estará al frente de Instituto Municipal de la Vivienda, sino de la Corporación Sur. Esto ya provocó que la oposición pusiera el grito en el cielo porque las obras no deberán pasar por los mismos mecanismos de control y auditoría. Schiavoni es un hombre de Ramón Puerta, ex gobernador de Misiones y amigo personal de Macri. Fue su ministro de Economía y también fue director ejecutivo de Yacyretá, designado por Duhalde durante su presidencia.
Horacio
Rodríguez Larreta.
Será algo así como el director técnico del equipo, luego de que logró que le crearan el cargo de jefe de Gabinete a su medida. Para eso tiene experiencia acumulada como ex asesor de Eduardo Duhalde en el área social y como directivo del PAMI durante la intervención de la Alianza. Egresado de Harvard, fundador del Grupo Sophia, es el principal operador político del jefe de Gobierno electo y lo acompañó como vicejefe en las elecciones de 2003.
Marcos Peña.
Incondicional de Macri, representante del Sub-30 macrista, Peña será su secretario general. Fue la cabeza de la lista de legisladores de PRO en 2005 con tan sólo 28 años. Formó parte del bloque de legisladores a los que se conocía como “Festilindo”, por su escasa edad. Es uno de los hombres de confianza del empresario, junto con su futuro secretario de Legal y Técnica, Pablo Clucellas, quien fue compañero de cursada de Macri en el colegio Cardenal Newman.
Marcelo Chaín.
Todas las obras públicas de la ciudad pasarán por Chaín, quien fue gerente de la constructora del Grupo Macri. Arquitecto, cuando fue propuesto para el Instituto Nacional de la Vivienda en la época de Aníbal Ibarra recibió una denuncia de la titular de Unión por Todos, Patricia Bullrich, por “incompatibilidad”, dado que tenía intereses en ambos lados del mostrador.
TARJETA ROJA
Luis Hernán Rodríguez Felder.
Lo suspendieron por quince fechas. De mínima. El virtual ministro de Cultura de Macri duró sólo unos días en el equipo. Titiritero, editor y escritor prolífico de libros infantiles y de maquillaje, no lo ayudaron sus largas entrevistas en las que se pronunció contra las vanguardias artísticas. Macri le cortó los hilos cuando vio la catarata de mails de quejas que estaba recibiendo de personalidades de la cultura.
Francisco Cabrera.
El futuro ministro de Producción es un hombre conocido en el mundo de las finanzas, más que en el productivo. Hizo carrera en el grupo Roberts, que luego fue adquirido por el HSBC. Fue gerente general de la AFJP Máxima y director ejecutivo del diario La Nación.
EL DIEZ
Gabriela Michetti.
A la vicejefa le tocarán algunas tareas, además de tocar la campanita en la Legislatura: según surge de la ley de ministerios aprobada por el macrismo, se ocupará del área de discapacidad, de coordinar el Consejo de Planeamiento Estratégico y del Programa Puertas del Bicentenario. También dependerá de ella la Subsecretaría de Derechos Humanos que ocupará el legislador saliente Helio Rebot, quien aportó el voto número diez para destituir al jefe de Gobierno Aníbal Ibarra. Todavía en la Legislatura algunos le dicen “el diez”, pero no porque se parezca a Maradona.
Gregorio Centurión.
Era el publicista de Macri. Fue gerente de una de las empresas de Socma. Estará a cargo de la Secretaría de Comunicación Social.
LOS PUMAS PRO
Francisco Irarrazábal.
Como se puso de moda el rugby, el subsecretario de Deportes no podía venir del mundo futbolero. No era cool. Por eso, Macri eligió a Irarrazábal, que fue entrenador de rugby en el exclusivo colegio Cardenal Newman, donde estudió el jefe de Gobierno electo. Además, es un ex Puma. La lista de rugbiers del macrismo se completa con Juan Pablo Piccardo, quien empezó en el Hindú Club y llegó a ser suplente de Los Pumas, y con Guillermo Montenegro, que también entrenó al equipo de rugby en el Liceo Naval.
Jorge Lemus.
Macri eligió para su equipo al actual director del Hospital Fernández, quien fue subsecretario de Atención Médica y de Programas Prioritarios del Ministerio de Salud durante el gobierno de Carlos Menem.
Los lesionados
Federico Young.
Fue confirmado luego de que Página/12 revelase que compartió un seminario con la activista procastrense Cecilia Pando y que aparece en la web del Banco Central como “deudor incobrable”. Ex juez en lo civil durante la dictadura, Young sostuvo que no defendió ningún golpe de Estado y que sus deudas “o fueron pagadas o se renegociaron”. Estará al frente de la Agencia de Control Comunal.
Juan Pablo Piccardo.
Tiene una causa judicial iniciada por la empresa de la que era gerente por malversación de fondos en la compra de una marca de vinos. Además de su paso por el mundo empresarial, Piccardo fue jugador de Los Pumas: participó de la gira por Sudáfrica en la que el equipo rompió el boicot internacional contra el apartheid. Macri lo confirmó como su ministro de Espacio Público y Medio Ambiente.
Néstor Grindetti.
Página/12 informó en una nota de Horacio Verbitsky que tiene una causa en Misiones caratulada “Grindetti, Néstor Osvaldo sobre estafa”, en la que se investigan las irregularidades en la represa Uruguaí, que debía costar 80 millones de dólares y costó 300 millones. Grindetti dirigió Sideco, que agrupaba en los noventa las empresas del Grupo Macri de construcción y servicios públicos. Será el ministro de Hacienda de Macri.
Rodrigo Herrera Bravo y Carlos Walter.
Como descubrió este diario en 2004, Herrera Bravo otorgó como legislador un subsidio de 41 mil pesos a una ONG cuyo directorio lo integraban asesores y dirigentes macristas. Su presidente era Carlos Walter, que será titular de la Agencia de Rentas. Herrera Bravo, quien fue sobreseído, se encargará de la Agencia de Turismo.
Héctor Lostri.
El ibarrismo lo denunció por tener una causa por “negociaciones incompatibles con la función pública”, junto con el ex titular del Consejo del Menor y la Familia menemista Atilio Alvarez. Desde el macrismo, respondieron que ya había hecho una “probation” por esa causa judicial. Macri se quejó de que le “ponen palos en la rueda” y lo ratificó como su subsecretario de Planeamiento Urbano.
El banco de suplentes
Eugenio Burzaco. Era el principal candidato para ocuparse de seguridad. En el macrismo se comenta que el jueves pasado, a las 18, se lo vio salir muy campante de la casa de Carlos Stornelli, el futuro ministro de Seguridad de Daniel Scioli. “A Stornelli le gusta Eugenio, y él se quedó muy despechado”, sugerían en las filas de PRO.
Ignacio Liprandi. Otro que ya pidió el pase. Liprandi fue el referente del área cultural durante la campaña, pero no consiguió acceder al Ministerio de Cultura. Dicen que por un veto de la Iglesia, a raíz de su apoyo a la Ley de Unión Civil. Finalmente, pegó un portazo y se fue.
Carlos Tramutola. Su caso es más leve. Hijo de un directivo de Techint, era un joven PRO que tenía como destino el Ministerio de Espacio Público y Medio Ambiente, pero finalmente el cargo de titular quedó para Piccardo. Como premio consuelo, Tramutola lo secundará en la cartera.
Cristian Ritondo. Originalmente, era la incorporación del sector peronista y se pensaba que podía ocupar Gobierno. Finalmente, esa cartera se desguazó y el dirigente asumirá como legislador porteño. Curiosamente, no hay ningún ministerio para los peronistas que apoyaron a Macri.
Hernán Seoane. Hombre de Jorge Macri en el área de Salud, se lo mencionó para ese ministerio. Pero no pudo ser. Le tocará, de todas formas, la Agencia de Control de Salud.
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