EL PAíS › DISPUTA DE LA CC, LOS RADICALES Y LOS MACRISTAS EN EL CONGRESO
Con la asunción de los diputados electos, comienza la pugna opositora por ser primera minoría. La UCR enfrenta al interbloque de Carrió y las alianzas del macrismo con los Rodríguez Saá y Sobisch.
› Por Miguel Jorquera
El conteo es banca por banca, pero la suma final todavía no está del todo clara. Mañana, cuando asuma la mayoría de los diputados electos en los comicios de octubre, tres fuerzas se disputarán la primera minoría en el Congreso, la vicepresidencia segunda de la Cámara baja y el liderazgo opositor al gobierno de Cristina Fernández de Kirchner. La UCR aspira a conservar ese lugar con sus propios legisladores a pesar de la diáspora partidaria. El interbloque de la Coalición Cívica (CC) de Elisa Carrió también pretende conducir la oposición parlamentaria, aun tras el cisma en el propio bloque del ARI. Y el macrismo apura el armado de un frente legislativo con el peronismo disidente de los hermanos Rodríguez Saá y los neuquinos de Jorge Sobisch para ubicar al espacio de centroderecha a la cabeza de la confrontación política con el Gobierno.
El oficialista Frente para la Victoria tendrá una bancada propia de 130 diputados, más otros 30 aliados que estarán dispersos en otros bloques, lo que le permitirá tener quórum propio –los 129 diputados necesarios para sesionar– y una holgada mayoría para aprobar sin sobresaltos las leyes que Cristina Fernández impulse. La disputa será por el liderazgo opositor, aunque la cuenta final se cerrará cuando el dificultoso escrutinio bonaerense (ver aparte) defina quiénes serán los 35 diputados que representarán al distrito más importante del país.
El ex gobernador jujeño Eduardo Fellner reemplazará a Alberto Balestrini en la presidencia de la Cámara, y la cordobesa Patricia Vaca Narvaja mantendrá la presidencia primera del cuerpo. La vicepresidencia segunda está reservada para la primera minoría de la oposición, que dará pelea entre sus principales referentes por ese cargo.
Los radicales no se resignan a abandonar ese lugar y comenzaron una ronda de diálogo con el oficialismo para insistir en un criterio que, al parecer, ambos comparten: ese lugar es para “el principal partido opositor”. Con esa premisa –que el kirchnerismo y la UCR avalaron con la designación de los tres nuevos representantes de la Cámara baja ante la Auditoría General de la Nación–, la UCR conserva la bancada partidaria más numerosa, con 26 legisladores. El cordobés Oscar Aguad –que reemplazará a Fernando Chironi como jefe del bloque radical– ya le puso nombre a la aspirante al cargo: la legisladora chaqueña Liliana Bayonzo.
Desde la CC afirman que no los desvela el sillón de la vicepresidencia segunda de la Cámara, pero insisten en que les corresponde. Lilita no pudo imponer a sus aliados electorales la idea de converger todos en una misma bancada, pero armó un interbloque que reuniría una treintena de diputados para intentar mantener el liderazgo opositor, bajo la presidencia de uno de sus jóvenes de confianza: Adrián Pérez. Pero los ocho aristas díscolos que rompieron lanzas con la CC (porque rechazan compartir un mismo espacio con legisladores como Patricia Bullrich, entre otras razones) y formaron el bloque ARI Autónomo, desinflaron sus expectativas.
Sin embargo, los propios disidentes afirman que votarán para que la CC ocupe ese lugar. “Siempre lo hicimos de esa forma, respetando la voluntad popular, y en las elecciones de octubre la CC fue la segunda fuerza en todo el país”, dijo a Página/12 Eduardo Macaluse, que ahora preside el bloque de los aristas rebeldes. Los diputados del ARI (díscolos y leales) fueron los que más tenazmente se opusieron a la designación de los tres nuevos auditores generales (dos kirchneristas y un radical), antes del recambio legislativo.
Dispuesto a no quedar relegado, el macrismo empezó a trabajar contrarreloj en el armado de su propio interbloque para disputar por ese lugar. De las negociaciones participaron el jefe de la bancada del PRO, Federico Pinedo, el ex Side Juan José Alvarez –por el grupo que lidera Francisco De Narváez–, el puntano Luis Lusquiños, referente parlamentario de Alberto y Adolfo Rodríguez Saá, y Julián Oblglio por Recrear, a pesar de las desventuras de Ricardo López Murphy por el retaceado apoyo de Mauricio Macri a su candidatura presidencial. Luego se sumaron los diputados del Movimiento Popular Neuquino, el remanente parlamentario que responde al encarcelado Luis Patti y los gansos mendocinos del Partido Demócrata. “Buscamos superar los 30 diputados”, reconoció Pinedo a este diario, en medio de las negociaciones. Con números todavía en danza, la primera batalla parlamentaria tras el recambio legislativo será entre los bloques opositores.
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