Considerando que “no se ajusta a la realidad” y “llama la atención”, la Comisión de Cárceles de la Defensoría General de la Nación cuestionó un informe de la Procuración Penitenciaria Nacional del que surge que un 63,4 por ciento entre mil presos entrevistados dijo haber sufrido agresiones físicas en cárceles del Sistema Penitenciario Federal. La Comisión, además, defendió la gestión del director del Servicio Penitenciario, Alejandro Marambio, que lleva cinco meses, con el argumento de que hubo un “cambio de cosmovisión en la institución”.

El informe de la Procuración, cuyo contenido fue publicado por este diario, señala distintos tipos de malos tratos: desde requisas con desnudos vergonzantes, hasta cacheos y golpes. Según el organismo, muchos de los casos no son denunciados por miedo a la represalia pero también porque los detenidos naturalizan estas prácticas. El procurador Francisco Mugnolo defendió la calidad del trabajo.

La Comisión, que integran los defensores Sergio Paduczak, Catalina Moccia de Heilbron y Silvia Martínez, replicó: “Sin perjuicio de los casos particulares que hemos relevado y canalizado a través de las vías administrativas o judiciales correspondientes, entendemos que la descripción de un cuadro empírico de la magnitud del descripto no se ajusta a la realidad y, por otra parte, no sería posible sin el conocimiento de los jueces, fiscales y defensores que gestionan el sistema judicial”.

Desde hace dos años, detalla el comunicado, la Comisión realiza una investigación para definir el perfil de los internos alojados en unidades penitenciarias federales. Tras haber encuestado a mil presos, explica, los resultados preliminares muestran que el trato dispensado por el personal de requisa es malo para un 37 por ciento, bueno para el 35, muy bueno para un 5 por ciento y para el 20, ni bueno ni malo. El trato interno con el celador es malo para un 8 por ciento, regular para el 12, muy bueno para el 9 y bueno para el 55. En los traslados el 32 por ciento dijo que el trato es malo, 9 por ciento regular y 28 por ciento bueno, y muy bueno para el 6. El 87 por ciento respondió que no fue víctima de delitos durante su detención.

“Resulta un deber ético y profesional reconocer el cambio radical que la designación del actual director importó en la conducción del Servicio Penitenciario”, afirma la Comisión. Destaca que la gestión fue reconocida por el Ilanud y la presidencia de la Cámara del Crimen. Acotan que esto no quita que “sea mucha la tarea pendiente”. Critica a Mugnolo y defiende: “A lo largo de estos años la Comisión ha dado prueba cabal de la seriedad de su trabajo habiéndose generado cambios positivos en las condiciones de detención”.