Un capítulo llega al final y se abre una nueva página para las relaciones entre el Gobierno, en este caso de Cristina Fernández, y la conducción de la Iglesia Católica en Argentina. Hoy por la tarde, se celebrará una reunión entre la Presidenta y el cardenal Jorge Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires y presidente de la Conferencia Episcopal Argentina. Del encuentro participarán también los otros miembros de la Comisión Ejecutiva del Episcopado, el arzobispo de Tucumán, Luis Villalba; el obispo de Lomas de Zamora, Agustín Radrizzani, y el titular de la diócesis de San Miguel y secretario general de la Conferencia, Sergio Fenoy.

El pedido formal de audiencia de los obispos ingresó el lunes por la tarde a través de la Secretaría de Culto de la Cancillería, cuyo titular es Guillermo Olivieri. Con una celeridad que llama la atención, en menos de un día y a pesar de que tanto la presidenta Cristina Fernández como el canciller Jorge Taiana se encontraban ayer en Montevideo participando de la reunión del Mercosur, la solicitud episcopal tuvo respuesta positiva y se fijó de inmediato la fecha de la entrevista, que se concretará esta tarde a las 18.30 en la Casa Rosada.

Todas las partes insisten en que se trata de un encuentro protocolar en el que las autoridades de la Iglesia Católica le presentarán a la nueva Presidenta sus saludos y buenos deseos para la gestión que se está iniciando. Al respecto, el sacerdote Jorge Oesterheld, vocero del Episcopado, dijo que se trata de un “saludo protocolar que habitualmente los obispos realizan al Presidente”. Sin embargo, de ambas partes se insistió en que se trata de una reunión con “agenda abierta”. Tanto por parte de los interlocutores eclesiásticos como del Gobierno, anoche era inocultable la satisfacción ante un hecho que, aseguran, da inicio a una nueva etapa en las relaciones entre el Gobierno y la Iglesia, después de los roces que se presentaron durante la gestión de Néstor Kirchner, en particular entre el ex mandatario y el cardenal Jorge Bergoglio.

No sería éste, sin embargo, el primer encuentro entre Cristina Fernández y Jorge Bergoglio. Un trascendido de fuentes confiables, que no tuvo confirmación ni en medios oficiales ni eclesiásticos, indica que una reunión privada se habría concretado la semana siguiente a los comicios del 28 de octubre entre la entonces presidenta electa y el titular de la Conferencia Episcopal. La entrevista, que se mantuvo en absoluta reserva, se habría celebrado en una casa de ejercicios espirituales de la diócesis de San Isidro, cuyo titular es el obispo Jorge Casaretto. No obstante, para llegar hasta la instancia del encuentro formal varios de los obispos de la Comisión Permanente tuvieron que insistir la semana anterior ante Bergoglio para que concretara el pedido de audiencia que tanto se venía anunciando. La solicitud de la entrevista y la rapidez de la respuesta oficial hablan por sí solas de nuevos aires en la relación que, no obstante, deberá superar todavía la prueba de varios temas espinosos pendientes de la gestión anterior, entre ellos la designación del nuevo obispo castrense y la situación de los capellanes militares.