La Justicia liberó anoche a los diez detenidos por los incidentes registrados durante la marcha en homenaje a los caídos del 20 de diciembre de 2001. La jueza Fernanda Palmaghini dispuso su excarcelación tras tomarles declaración indagatoria y constatar que no había peligro de fuga ni de entorpecimiento a la causa. Los imputados están acusados por los delitos de presunta intimidación pública y tenencia de explosivos.

Las personas detenidas el jueves son seis mujeres y cuatro hombres, habían participado de la movilización a Plaza de Mayo convocada por organizaciones sociales, políticas y de derechos humanos. Mientras el acto seguía frente a la Rosada, un grupo de personas arrojó una bomba incendiaria contra la sucursal del Banco HSBC en Avenida de Mayo y Chacabuco: en ese lugar asesinaron a Gustavo Benedetto hace seis años. La molotov causó daños en un auto estacionado y una cabina telefónica.

Originalmente, el caso había quedado en manos del juez federal subrogante Octavio Aráoz de Lamadrid, aunque el magistrado consideró que los hechos no constituían actos de intimidación pública y se declaró incompetente. Intervino entonces el fuero ordinario, y el expediente quedó en manos de la jueza Palmaghini. Sin embargo, la causa podría volver a la Justicia federal ya que la jueza Palmaghini estaría evaluando hacer un planteo de competencia.

La movilización para reclamar por los más de treinta asesinados del 20 de diciembre de 2001 fue convocada por la Central de Trabajadores Argentinos, partidos de izquierda, organismos de derechos humanos, comisiones gremiales y sindicatos, como los motoqueros de Simeca, que recordaron a uno de sus caídos, Gastón Riva. Las primeras condenas por los homicidios del 19 y 20 de diciembre se produjeron en marzo pasado.