Papá Noel le trajo de regalo una bolsa llena de críticas a Mauricio Macri por su decisión de priorizar a los pacientes porteños en los hospitales de la ciudad, por sobre los bonaerenses que quieran atenderse en la Ciudad. La medida del jefe de Gobierno –adelantada en una entrevista por su ministro de Salud, Jorge Lemus– desató un cruce de los jefes de Gabinete porteño y bonaerense durante el fin de semana. Pero los cuestionamientos continuaron entre los brindis y el pan dulce. El ministro de Salud provincial, Claudio Zin, calificó la resolución de “poco feliz” y hasta de “odiosa”. Por su parte, el senador Daniel Filmus no perdió el tiempo: “Al igual que con el ABL y el financiamiento de cargos políticos en el gobierno de la ciudad, Macri les da la espada a sus promesas de campaña”, dijo el ex ministro de Educación.

La posibilidad de restringir la asistencia de los hospitales a los bonaerenses había aparecido por primera vez en boca de los macristas en medio de la puja con el gobierno de Daniel Scioli por el destino de las toneladas de basura que la ciudad deposita semana a semana en la provincia. Desde el gobierno provincial comenzaron a discutir la idea de cobrarle a la ciudad una suerte de “tasa ambiental” extra por recibir sus depósitos. El contraataque fue con los hospitales porteños y la atención de los bonaerenses, un tema que se acalló hasta que Lemus lo reflotó la semana pasada, cuando dijo que quería organizar un “sistema de derivación protegida” que diera prioridad a los pacientes con domicilio en la Capital.

Como una forma de respaldar la decisión que comunicó su ministro de Salud, Macri eligió hacer una reunión de gabinete el lunes pasado en el Hospital Pedro de Elizalde, que recibe a una buena parte de los pacientes bonaerenses. El encuentro, que duró tres horas, giró en torno de las dos primeras semanas de gestión de cada área. La exposición más extensa fue la de Lemus. “Lo primero que queremos aclarar es que los hospitales van a seguir atendiendo gratuitamente a todas las personas”, se atajó de entrada el secretario general porteño, Marcos Peña, al final de la reunión. “Pero es necesario pensar centralmente qué les pasa a los vecinos de la ciudad”, dijo.

Y brindó algunos detalles sobre el plan que tiene Macri para los bonaerenses: “En lo que tiene que ver con consultorios externos y clínica, puede haber un sistema de prioridad de turnos. Lo que estamos planteando es que para algunas situaciones se planifique en función de las demandas de los vecinos”, explicó Peña, quien destacó que “no fue de buen gusto mezclar” esta decisión con el problema de la basura, en referencia a la primera respuesta del jefe de Gabinete bonaerense, Alberto Pérez: “Que Macri deje de enviarle cinco mil toneladas de basura que enferma a los habitantes de la provincia”.

La respuesta, esta vez, estuvo a cargo del mediático doctor Zin, quien está al frente del área de Salud de la provincia de Buenos Aires. “Es poco feliz el momento y poco feliz la idea. Que recuerden que el sistema público de atención de la salud es esencialmente solidario. Y es poco solidario si de pronto se le dice a un paciente que venga pasado mañana porque es de la provincia de Buenos Aires”, retrucó. “Los hospitales de la ciudad no están colapsados por la gente de la provincia que se atiende, sino por cuestiones estructurales”, remarcó. E insistió con que “uno tiene que ser solidario con la gente que no tiene medios”.

El ex candidato kirchnerista a jefe de Gobierno se sumó a las críticas. “No es aislándonos o enfrentándonos al resto del país como mejorará la vida de los porteños”, destacó. Filmus planteó que la Capital “no es sólo el lugar donde viven los porteños y las porteñas” y sostuvo que la medida “rompe con una tradición solidaria de la ciudad de Buenos Aires, que siempre recibió generosamente a los argentinos que lo necesitaran tanto en hospitales como en escuelas”.