EL PAíS › LA INVESTIGACION ARGENTINA DE LA VALIJA DE ANTONINI
Los fiscales pidieron la captura internacional del ex titular de la petrolera venezolana en la Argentina y de su hijo. La jueza debe decidir.
› Por Irina Hauser
Los fiscales que investigan el affaire de la valija pidieron la captura internacional del ex titular de la filial argentina de la petrolera Pdvsa, Daniel Uzcátegui Matheus, y también de su hijo de 19 años, Diego Uzcátegui Speech. Es porque consideran que ya hay pruebas suficientes de que fueron ellos los que gestionaron que Guido Antonini Wilson subiera al avión privado alquilado por Enarsa junto con el maletín con los 800 mil dólares que terminó incautado en Ezeiza en la madrugada del 4 de agosto. Mientras tanto, la Cancillería informó que hoy –después de más de un mes de trámites– saldrá rumbo a Estados Unidos un exhorto que amplía el pedido de extradición de Antonini: al delito de contrabando le agrega el de lavado de dinero.
Para que la orden de captura se active debe dar el visto bueno la jueza Marta Novatti, que ayer a la tarde analizaba el planteo. Los fiscales Mariano Borinsky y María Luz Rivas Diez consideran, según pudo saber Página/12, que los Uzcátegui deben ser indagados como posibles partícipes del contrabando y el lavado. Uzcátegui padre habría pedido que llevaran en el jet privado a su hijo, a Antonini Wilson y a tres ejecutivos de Pdvsa. Uzcátegui Speech y Antonini compartieron hoteles y restaurantes en Argentina y luego también en Uruguay. Claudio Uberti, ex titular del Organo de Control de Concesiones Viales (Occovi) y entonces encargado de manejar las relaciones con Venezuela, autorizó que subieran.
Para determinar estos primeros llamados a indagatoria fue clave –según allegados a la causa– el testimonio de Victoria Bereziuk, ex secretaria privada de Uberti, que venía junto con él en el avión. Bereziuk había visto a Antonini en un almuerzo en Caracas el 3 de agosto y dijo que volvió a verlo en la Casa Rosada en un brindis por la celebración de convenios energéticos entre Hugo Chávez y Néstor Kirchner. El cóctel fue dos días después del hallazgo de la valija. Allí, dijo la chica, Antonini conversaba en un rincón, comentó, con Uzcátegui Speech.
Aquella era la sexta vez que Antonini ingresaba a la Argentina en el transcurso del último año y medio, según consta en el expediente. Cuatro veces entró desde Uruguay y dos desde Venezuela. En algunos de esos viajes habría estado en compañía, también, de Uzcátegui Speech.
El pedido de indagatoria deja entrever que el origen del dinero tendría relación con la petrolera venezolana. Incluso todavía no termina de quedar claro si Antonini era el verdadero portador de la valija o si era Uzcátegui hijo. Antonini se hizo cargo en cuanto se inició el procedimiento en la Aduana, después de que el scanner detectó el contenido sospechoso de la valija. Uzcátegui fue el único que se quedó al lado de él durante todo el trámite, que en el momento fue considerado una infracción al régimen de equipaje. Los fiscales, a la vez, dejan claro que aún no se descarta la indagatoria de Uberti. También está en suspenso la citación de otro pasajero, Exequiel Espinosa, titular de Enarsa.
La fiscalía estableció una imputación inicial por contrabando, por el ingreso sin declarar de una suma superior a 100 mil dólares, con ardides o mentiras de por medio. Antonini dijo primero que traía papeles, luego libros y después admitió que había billetes, aunque mencionó una cifra menor a 800 mil dólares. Más adelante se amplió la acusación a lavado de dinero porque la plata salió en forma ilegal de Venezuela (donde hay control de cambio), aunque aún no se habría establecido para qué se iba a utilizar. Una vez que estas imputaciones estuvieron sobre la mesa, el maletero y su coequiper ya habían dejado el país, vía Montevideo.
El nuevo pedido de extradición, que los fiscales Borinsky y Rivas Diez pidieron el 16 de noviembre, fue girado por la jueza recién esta semana. En la Cancillería explicaron que hoy viaja para entregarlo en mano un funcionario de la Dirección de Asuntos Jurídicos. Lo llevará a la embajada argentina en Washington, que a su vez lo presentará el primer día hábil ante el Departamento de Justicia norteamericano.
Desde que Antonini se convirtió en “colaborador” del FBI para acusar a sus ex socios de conspiración, se hace cada vez más improbable su extradición. El fiscal de Miami Thomas Mulvihill asegura que los ex amigos del valijero lo presionaron para que no revelara el origen y destino del dinero: la campaña de Cristina Fernández de Kirchner. Fuentes de la investigación argentina dicen que si se comprobara que esa era la finalidad, se caería la causa por lavado.
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