Dom 30.12.2007

EL PAíS

Los misterios del caso Febres

Cómo ingirió el veneno. Qué hacía el vaso de agua en la celda. El semen. La computadora que falta.

› Por Raúl Kollmann

Quedan por resolver muchos misterios. El del vaso de agua que no aparece en una filmación hecha por la Prefectura y en cambio estaba sobre una mesa cuando llegó la magistrada. La forma en que se le suministró el cianuro al ex represor Héctor Febres: tal vez en una torta de almendras que se detectó en su estómago, tal vez en una pastilla que le dijeron que era para otra cosa o en un líquido como café, no en agua. Hay que encontrar a la persona que refinó y preparó el cianuro. Falta completar el análisis de la computadora personal de Febres, que se le ocultó a la Justicia pero que finalmente se encontró. Habrá que ver si, como se supone, el semen que se encontró en el recto del ex represor era propio o de otro hombre. Los misterios son numerosos, pero lo cierto es que la jueza Sandra Arroyo resolverá entre miércoles y jueves a quién procesa por el homicidio del ex represor Héctor Febres. Lo más probable es que el procesado con prisión preventiva sea el prefecto Angel Mario Volpi, el hombre con quien Febres compartió la última cena y una especie de mano derecha del torturador de la ESMA. En Tribunales dicen que lo único descartado por la jueza hasta ahora es que se haya tratado de un suicidio.

Misterio uno: el vaso de agua. Una de las mayores incógnitas es cómo le suministraron el cianuro a Febres. Todo indica que la escena de la muerte fue totalmente alterada. Cuando le informaron del deceso a Arroyo, ella, por teléfono, dio instrucciones de que nadie entrara en la habitación. Sin embargo, cuando llegó al lugar, pocos minutos más tarde, se encontró allí con familiares y amigos. Hay datos muy obvios de que la escena fue alterada. Por ejemplo, los efectivos del Destacamento Delta de la Prefectura filmaron la habitación antes de la llegada de la magistrada. Allí se ve que en una mesa había sólo papeles. En cambio en las fotos tomadas por los funcionarios judiciales que concurrieron con Arroyo se ve un vaso de agua en la misma mesa. Como si alguien hubiera preparado la escena para demostrar que el hombre se tomó el cianuro bajándolo con agua. Por supuesto que el vaso no tenía huellas digitales.

Misterio dos: la torta de almendras. El cianuro es muy amargo y se percibe de inmediato si se le da a una persona, por ejemplo, disuelto en un vaso de agua. Es famoso el relato histórico de que a Rasputín, el monje maldito ruso, quisieron envenenarlo con cianuro en golosinas, pero él se dio cuenta. En el estómago de Febres se encontraron, en proceso de digestión, tomates, frutas y, posiblemente, una porción de torta de almendras. Sería la forma perfecta de suministro ya que, como se sabe, el cianuro tiene gusto a almendras amargas. Lo que no encaja en esta versión es cómo Febres consumió la torta, el cianuro no lo mató de inmediato, y alcanzó a acostarse en la cama antes de morir. La alternativa es que le hayan dado el cianuro diciéndole que era un remedio para alguno de sus males.

Misterio tres: la escena del crimen. Según los prefectos, el cuerpo de Febres fue encontrado once horas después de su muerte. Sin embargo, el dato del vaso de agua, la forma en que sacaron de la habitación la computadora y otras maniobras, hacen pensar que toda la escena fue alterada. Es más, pudo haber ocurrido que Febres haya muerto sentado en una mesa y minutos después metieran su cuerpo en la cama. Los criminalistas que trabajan en el caso afirman que algún superior dio la orden de “acomodar las cosas” y realizar todos los intentos para convencer de entrada a la jueza de que Febres se murió de muerte natural.

Misterio cuatro: suicidio, no. En Tribunales no hablan de otra cosa que de homicidio. “Todas las personas que declararon, el sacerdote, los familiares, quienes lo conocían, sostienen que Febres hubiera dejado una nota limpiando su pasado, justificando lo que hizo, denunciando y defendiéndose. Hubiera dejado mensajes de despedida. No hay nada de eso. Además, la increíble alteración de la escena de la muerte demuestra que se estaban tapando cosas”, analizan quienes tienen acceso al expediente.

Misterio cinco: el semen. En la autopsia se detectó semen en el recto de Febres. El jueves empezaron las pruebas para determinar el ADN de ese líquido y es posible –no seguro– que se trate de semen del propio Febres. Las alternativas son tres. Una muerte convulsiva como la del cianuro puede producir un desprendimiento de semen que se desliza hacia el recto. Por otra parte, Febres podría haber sido operado de próstata, en cuyo caso el semen que siguen produciendo los testículos puede quedar en una especie de lecho, pasando de la vejiga al recto. Por último, los forenses no pueden descartar una relación homosexual, algo que no se percibe si no es a través del ADN porque no existe diagnóstico de homosexualidad a primera vista. Una persona puede tener un ano dilatado y ser heterosexual u homosexual. Las pruebas de ADN se están haciendo.

Misterio seis: la computadora. Febres tenía una computadora personal que usaba en su propio camarote, como los prefectos le decían a su habitación. Cuando la jueza llegó al lugar, había desaparecido. Según cuentan, se detectó el aparato a raíz de una escucha telefónica. Expertos de primer nivel están ahora analizando el contenido. Es un elemento clave, porque allí puede haber elementos que revelen el trasfondo de lo ocurrido.

Misterio siete: la jueza decide. Sandra Arroyo quería resolver antes de fin de año la situación de los detenidos: la esposa, los dos hijos de Febres y dos prefectos (el jefe del Destacamento, Rubén Iglesias, y el más comprometido, Angel Volpi, el prefecto que acompañaba todo el tiempo a Febres y que cenó con él antes de la muerte del ex represor). La jueza, sin embargo, no pudo resolver porque representantes de la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, que lidera Julio Piumato, se presentaron en el juzgado y le exigieron que ni ella ni sus dos secretarios ni sus dos prosecretarios jefes trabajaran sábados, domingos y feriados como lo venían haciendo, ni fuera del horario de 7.30 a 13.30. Incluso presentaron notas señalándole que sería sancionada. Esto postergó las decisiones para el miércoles o jueves próximos. Lo que va a resolver la magistrada es un misterio, entre otras cosas porque hay secreto de sumario. Pero es seguro que una persona o más serán procesados con prisión preventiva por homicidio.

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