La CGT le hará sentir su peso al jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, luego de la intervención de la obra social de los municipales. El secretario general de la central sindical, Hugo Moyano, encabezará la marcha que hará hoy Sutecba frente al Palacio de Gobierno. A través de un comunicado, el titular de la CGT repudió la intervención de la obra social y los dos mil despidos que catapultaron las dos jornadas de paro. “Para Macri, la negra y larga noche del neoliberalismo no terminó”, le disparó Moyano. La vicejefa de Gobierno, Gabriela Michetti, fue la encargada de defender la medida: “Un sector muy chiquito tenía cautivo a 120 mil municipales que reclamaban por la libre opción o por una obra social que deje de ser deficiente en términos de calidad”, dijo.

La irrupción de la figura de Moyano en el conflicto porteño lo hace crecer en forma exponencial, sobre el doble frente sindical y de oposición del kirchnerismo porteño. “Tenemos que bancar 15 días hasta que amaine”, pronosticaban en el PRO, con ánimo gremial-meteorológico. Cerca del Jefe, no leyeron la movida como una acción impulsada por la Casa Rosada, sino más bien como un intento de Moyano de congraciarse con el oficialismo, en tiempos de disputa por la conducción de la CGT.

El conflicto comenzó cuando el jefe de Gobierno resolvió no renovar 2400 contratos que terminaban a fin de año. Para el macrismo, se trataba de “contratos políticos” que se crearon en la gestión de Jorge Telerman. También anunciaron que revisarán otros 20 mil contratos.

En respuesta, el gremio de municipales que dirige Amadeo Genta anunció dos días de huelga para esta semana. En el primer día del paro, anteayer, Macri resolvió redoblar la apuesta: decidió la intervención de la Obra Social de la Ciudad de Buenos Aires (Obsba) por tres meses. A su cargo, puso a Andrés Rey, un ex gerente de recursos humanos con una extensa trayectoria en el mundo de las empresas (entre ellas Iecsa, del Grupo Socma). Para el macrismo, la intervención era una promesa de campaña. Y no una represalia contra el sindicato por la huelga.

Claramente, los gremialistas no comparten la teoría de las casualidades y piensan devolverle el golpe al Jefe más temprano que tarde. Por un lado, el abogado de Sutecba, Daniel Llermanos, presentará un amparo ante la Justicia, en cuanto se publique el decreto. “Consideramos que Macri carece de facultades para decretar la intervención. La obra social de los municipales es un ente público, pero no estatal”, argumentó.

Por otro, Moyano y el resto de la cúpula de la CGT encabezarán la marcha al Palacio de Gobierno y probablemente le aportarán convocatoria. Por la mañana, ATE hará un corte de calle en Belgrano y Balcarce, mientras que UTE-Ctera Capital estará en las dos marchas. “No estamos de acuerdo con la política intervencionista, ni con echar trabajadores. Por eso nos solidarizamos con los dos sindicatos”, planteó Alejandro Demichelis, del gremio docente.

En un comunicado que firmó junto con el judicial Julio Piumato, Moyano destacó que la intervención “atenta contra el derecho fundamental a la salud” y dejó en claro que consideraba que se trata de una “represalia” por los paros que había dispuesto Sutecba, a raíz de los despidos. “Sepa el señor jefe de Gobierno que la Argentina de hoy transita el camino de la distribución equitativa de la riqueza, el respeto de los derechos humanos y el privilegio del hombre por encima de los intereses del mercado”, le refregó Moyano al líder de PRO.

En la vereda de enfrente, la vicejefa Michetti consideró que la medida apunta a “atacar de entrada a sectores muy acostumbrados y tranquilos en la defensa de intereses que no eran del bien común”. En tanto, otra de las espadas del macrismo, el jefe de Gabinete, Horacio Rodríguez Larreta, afirmó que “no se puede entender que hayan salido a defender contratos políticos” y remarcó que la intervención de la Obsba es, ante todo, “una medida que beneficia a los trabajadores”.

Otro ministro porteño interpretó ante Página/12 que “lo de Moyano tiene que ver con una reacción corporativa para que no cunda el ejemplo con la caja sindical, que todos sabemos cómo opera”. Al decir del funcionario, Macri no vio la movida del titular de la CGT como una iniciativa que provenga de Balcarce 50, aunque no descartó que el dirigente camionero esté intentando posicionarse ante el Gobierno nacional dentro de la interna para mantener la conducción de la central.

De todas maneras, el ministro macrista remarcó que, para ellos, la movilización no tendrá ningún efecto. “La reacción es lógica, porque les tocamos un bien preciado. Esto es para nosotros lo que fue la remoción de la Corte Suprema para Kirchner. El sindicato está aislado políticamente y ante la opinión pública, así que no van a poder sostener esto”, auguró.