› Por Diego Martínez
A los 80 años, en libertad y rodeado de seres queridos, ayer por la mañana en su semipiso de Recoleta falleció de muerte natural Jorge Isaac Anaya, el almirante que desató y condujo la guerra de Malvinas, donde murieron 649 soldados argentinos, más 400 que se suicidaron al volver. Anaya integró la tercera Junta Militar junto con el general Leopoldo Galtieri y el brigadier Arturo Lami Dozo. Desde noviembre de 2006, cuando el juez federal Sergio Torres ordenó su detención, una serie de oportunos infartos le evitaron el mal trago de pisar Tribunales. Estaba acusado por 266 casos de secuestros y torturas en la ESMA.
Anaya nació en Bahía Blanca en 1926. El 12 de septiembre de 1981 fue designado comandante en jefe de la Armada y, como tal, miembro de la Junta Militar. Cuando la dictadura se desplomaba, la Comisión Investigadora Interfuerzas, en su famoso “Informe Rattenbach”, lo sindicó como propulsor de la idea de recuperar Malvinas y recomendó conducirlo junto con Galtieri y Lami Dozo a un pelotón de fusilamiento. Consideró que la junta “eligió el peor momento desde el punto de vista de la política internacional”, criticó su “planeamiento defectuoso”, que no contempló la reacción británica, y subrayó que “la falta de capacidad integral de la flota no se correlaciona con la decisión del comandante en jefe de la Armada de impulsar la idea de recuperar los archipiélagos australes”.
El 15 de mayo de 1986 el Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas lo condenó con la más alta de las penas a los integrantes de esa junta: 14 años de prisión, contra 12 a Galtieri y 8 a Lami Dozo. En 1988 la Cámara Federal porteña revisó el fallo, unificó las penas en 12 años y ordenó quitarle el grado militar. Pero el 7 de octubre de 1989 el presidente Carlos Menem lo indultó.
Por su papel en el terrorismo de Estado tampoco le fue mal. Durante el Juicio a las Juntas en 1985 el fiscal Julio Strassera lo acusó por 236 casos de secuestros, torturas y reducción a la servidumbre y pidió una condena de 12 años de prisión, pero la Cámara Federal lo absolvió.
En 2003 estuvo detenido unos pocos días a pedido del juez español Baltasar Garzón. El 9 noviembre de 2006 por orden del juez Torres, a cargo de la megacausa ESMA, quedó detenido en el Edificio Libertad. Dos horas antes de la declaración indagatoria, gracias a un “infarto agudo de miocardio” evitó a la justicia y fue internado en el Hospital Naval. El fiscal Eduardo Taiano había pedido su detención por su responsabilidad en 266 casos de secuestros y torturas mientras se desempeñó como director de Personal Naval, entre diciembre de 1977 y febrero de 1980. Gracias a otros tres infartos ni siquiera llegó a conocer el despacho del juez.
(Versión para móviles / versión de escritorio)
© 2000-2022 www.pagina12.com.ar | República Argentina
Versión para móviles / versión de escritorio | RSS
Política de privacidad | Todos los Derechos Reservados
Sitio desarrollado con software libre GNU/Linux