Otro día de protestas, reclamos y pocos despegues de naves de Aerolíneas Argentinas (AA) en el aeropuerto internacional de Ezeiza. Un grupo de pasajeros varados atacó los mostradores en reclamo por las demoras, cancelaciones y reprogramaciones de vuelos, a lo que se sumó, según denunciaron, falta de personal de atención al público para cumplir con el check-in. “Nadie de la compañía brindaba información” sobre la partida de los vuelos reprogramados, sostenían. Así, al menos tres mil pasajeros continuaban varados ayer en el hall. En tanto, la Asociación de Personal Aeronáutica retiró a sus trabajadores de AA por “falta de garantías” de seguridad.

Luego de las demoras y cancelaciones registradas desde el jueves, resultado de una medida de fuerza del personal aeronáutico de Ezeiza –maleteros, personal de atención al público y tractoristas y pilotos entre otros– en reclamo de un plus salarial de 1200 pesos por la inflación, el cronograma de vuelos reprogramados había comenzado a cumplirse, con retrasos, en la mañana de ayer, con partidas a Porto Alegre, Miami, Roma, Río de Janeiro, San Pablo, Ushuaia y El Calafate. Sin embargo, en la primeras horas de la tarde, los vuelos dejaron de salir a los destinos previstos, debido a la falta de personal de rampa. En esos momentos, comenzaron las protestas en el hall.

“¡Que la empresa ponga la cara!”, canturreaba un grupo de pasajeros mientras saltaba en una cinta transportadora que lleva el equipaje hasta las rampas. Las quejas comenzaron cuando los pasajeros, varados en Ezeiza desde la noche del jueves, se indignaron ante el retiro del personal de atención al público encargado de realizar el check-in y focalizaron su protesta contra los mostradores de Aerolíneas Argentinas. Los más exaltados, incluso, agredieron al gerente de Comunicaciones de AA, Jorge Molina, quien dijo que “durante la mañana hubo mucho volumen de tráfico, lo que generó un pequeño inconveniente en el sector de tráfico”.

Momentos después, Edgardo Llano, secretario general de APA, anunciaba que “retiraba a los trabajadores de AA ante la falta de condiciones de seguridad frente a la agresión de los pasajeros. En esas condiciones es imposible trabajar”.

Durante la tarde, hubo versiones que decían que se había reclamado la presencia de Gendarmería. En la Policía de Seguridad Aeropuertaria (PSA) aclararon que no iban a “reprimir a personas que hace días que esperan viajar”. Marcelo Saín, responsable de PSA, dijo a Página/12, que “hay medios que intentan hacer un terrorismo periodístico para cuestionar la seguridad del aeropuerto. La seguridad está garantizada”.

La compañía relacionó las demoras con la interpretación de las horas de descanso de los pilotos y a un conflicto con los gremios. Delegados de ambos sectores tomaron distancia de las acusaciones y negaron medidas de fuerza. Basilio Fernández, delegado general de la empresa de personal de rampa Aerohandling, sostuvo que “no se están haciendo medidas de fuerza”, y acusó a “los pilotos” de ocasionar las demoras, porque “no van a volar los aviones”. Además, consideró que “falta personal e infraestructura”.

En tanto, el portavoz de la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas, Gerardo Cuadro, desestimó los cuestionamientos. “Nuestros afiliados están en conciliación obligatoria y no se quieren salir de la ley. Estamos preocupados, porque se vendieron más pasajes de la capacidad que tiene Aerolíneas para transporte”. En medio del cruce de acusaciones entre la empresa, los trabajadores de rampa y los pilotos, quedaron los pasajeros, muchos de los cuales llevan más de 30 horas en el aeropuerto.