L apsta d Fllnier

El secretario de Provincias Rafael Follonier asegura que ganó varias apuestas gracias a la liberación de las dos rehenes de las FARC. Según les contó a sus amigos, entre quienes le quedaron debiendo se encontraría el mismísimo canciller Jorge Taiana, ya escéptico respecto de un final feliz. De buenos contactos en Venezuela, Follonier viajó a Caracas y a Villavicencio junto a Kirchner y al canciller en el frustrado periplo de fin de año. Y estos días siguió el desenlace minuto a minuto desde las playas de Valeria del Mar, donde anda vacacionando. Enigmático, aseguró a quienes lo acompañaban que su buen pálpito se debía a su conocimiento de cómo son las negociaciones “del otro lado del mostrador”.

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Monumnto crrpto

“El monumento a la corrupción”, la definió con acierto alguna vez el propio Carlos Menem. Bien, ahora el monumento parece que se le viene encima. Es que cuando todos creían que las causas por corrupción en Yacyretá estaban prescriptas, la denuncia de un hecho que habría ocurrido en 1999 dejó abierta la puerta para que la Justicia vuelva a extender hacia allí su largo brazo. Un ex contratado por la empresa Impsa, de Enrique Pescarmona, está preparando una demanda penal por defraudación al Estado contra Menem, el ex ministro Domingo Cavallo y el ex subsecretario de Industria Miguel Cuervo, por el supuesto pago irregular de reembolsos por cincuenta millones de dólares cobrados por la instalación de turbinas de la represa. Habrá que esperar para ver si esta vez pasa algo.

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Fllnier II

Anteayer fue el cumpleaños de Follonier. Lo pasó en la playa, con sus dos hijos –que viajaron desde Europa–, su esposa y su nieto. Si bien ya está confirmado que no va a seguir en la Secretaría de Provincias del Ministerio del Interior, también está claro que sí va a seguir en el Gobierno. “Más cerca de Cristina”, aseguran en su entorno, sin atreverse a precisar el futuro cargo de quien hasta ahora, además de sus funciones formales, se ocupaba de la relación gubernamental con algunos movimientos sociales y de contactos internacionales, especialmente en Bolivia y Venezuela.

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Guate mjor

Confirmado en su cargo de subsecretario de Integración Económica Americana, en la Cancillería, Eduardo Sigal eligió Colombia para pasar las vacaciones con su esposa. Fue hace diez días, y eso que no formaba parte de la delegación oficial en el intento de liberar a los rehenes de las FARC. Ya de vuelta en Buenos Aires, la semana pasada le encomendaron volver a aquellas latitudes, un poco más al norte: hoy, junto con el vicepresidente Julio Cobos, será el representante del Gobierno en la asunción de Alvaro Colom como presidente de Guatemala. Según Sigal, la llegada de Colom al poder es importante, no tanto porque él mismo se defina como “un fanático de Eva Perón”, sino porque es la primera vez que un socialdemócrata asume la presidencia guatemalteca, a la que llegó desde una coalición de partidos, la Unión Nacional de la Esperanza.

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Tmps lgisltvos

La sesión en la que el macrismo logró sostener la intervención de la obra social Obsba no careció de cierto espíritu chaplinesco. El macrista Martín Borrelli iba y venía de su banca febrilmente y tropezó en medio del recinto, pero casi nadie lo notó. Antes se había cortado la luz mientras hablaba. Más tarde, el legislador de la Coalición Cívica Sergio Abrevaya pidió la palabra, pero se la dieron a Enrique Olivera, que se sienta a su lado: el resultado fue que Abrevaya se quedó gesticulando sin sonido. En cambio, quien no necesitó de micrófonos fue el socialista Julián D’Angelo, que continuó a los gritos su discurso a pesar de que había vuelto la luz.

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A-C-la crta

“Viejo, ¿para qué hablan si después nos votan en contra?”, soltó en la misma sesión el legislador macrista Cristian Ritondo. El dirigente peronista había tenido que interrumpir sus vacaciones en Pinamar para asistir a la sesión extraordinaria. Primero, pidió que se votaran los cinco artículos de la ley juntos, para ahorrar tiempo, una posibilidad que le frustró Patricia Walsh, que manifestó su interés por referirse a cada artículo. Luego, se recorrió todo el recinto para decirles a los lilitos que dejaran de dar vueltas con la redacción de un artículo. “Se nota que estaba apurado por volver a la playa”, sospecharon en la Coalición Cívica.

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A llrar a Lján

Los camioneros siguen con su política de fortalecer el sindicato disputándoles a otras organizaciones la representación gremial de los trabajadores. El propio Pablo Moyano, hijo del mandamás de la CGT, aprovechó un conflicto salarial en un corralón de materiales de Luján para reclamar ante los patrones la afiliación de todos sus choferes –que pertenecen a empleados de comercio– a su propio gremio. Pero la resistencia no llegó de los hombres de Armando Cavalleri, sino de los propietarios de los comercios: coordinaron el cierre de todos los corralones de Luján y amenazaron con no volver a abrir las fuentes de trabajo ante la “extorsión” de los camioneros. Desde entonces no volvieron a ver a Pablito en las cercanías de la basílica.