El empresario Nicolás Caputo fue designado como “asesor ad honorem” del jefe de Gobierno porteño, Mauricio Macri, porque es una persona de “su íntima confianza y no tiene ningún tipo de incompatibilidad”, explicó el jefe de Gabinete de la ciudad, Horacio Rodríguez Larreta. “Que cobre o no sueldo es lo de menos, la designación lo convierte en funcionario público y el señor Caputo tiene varios contratos y negocios con la ciudad”, le retrucó el ex titular del Ejecutivo comunal, Aníbal Ibarra.

La figura de Caputo había sido cuestionada por la legisladora porteña del kirchnerismo Gabriela Cerruti, quien denunció que el empresario participó en las negociaciones entre el gobierno de la ciudad y el sindicato Sutecba, que destrabaron el conflicto por la no renovación de contratos en la administración pública. Cerruti pidió informes al gobierno porteño y decidió presentar un pedido de investigación en la Auditoría del distrito para que se indague si existe un “conflicto de intereses”, ya que la empresa que dirige Caputo es contratista de varias obras públicas en la Capital.

El empresario –accionista de la compañía de construcciones Caputo SA– “es alguien de la íntima confianza de Mauricio, cuyo acercamiento él valora mucho”, dijo Rodríguez Larreta como fundamentación del nombramiento, a través de declaraciones por radio. En el mismo sentido, una alta fuente del gobierno porteño enfatizó ante Página/12 que “no hay incompatibilidad porque hace tiempo que no forma parte del directorio de esa empresa”.

Además de pedir que se revoque la designación de Caputo, el ex jefe de Gobierno porteño enumeró que la empresa de construcciones que lleva el apellido de Caputo como nombre se adjudicó “por 54 millones y medio la obra de la sede de la Filarmónica de la ciudad, la remodelación del Centro Metropolitano de Diseño y la construcción del Parque de Mujeres Argentinas”, detalló Ibarra.

Por su parte, Elisa Carrió salió a tomar distancia del macrismo tras haberlo apoyado en la intervención de la obra social municipal. “La designación es una vergüenza y marca la connivencia con el sector empresario”, expresó.