No son reuniones acartonadas y pautadas por sus conducciones partidarias. En lugar de eso, los socialistas y radicales K eligieron, para cultivar su relación, regarla con buen vino y abundante comida en una serie de cenas que vienen organizando los viernes. Allí se puede encontrar tanto a intendentes y diputados del radicalismo afín al Gobierno como a dirigentes del socialismo K. “Todos nos identificamos con una visión socialdemócrata, por lo que es casi natural que nos juntemos”, señala uno de los comensales del sector no PJ del oficialismo.

El ágape suele juntar a unas veinte personas, de un lado y del otro, sin pretensiones de representación partidaria. Por el socialismo suelen estar Ariel Basteiro y Oscar González, junto con Susana Rinaldi. Del radicalismo asisten el vicepresidente del Banco Central, Miguel Pesce; el director del Sistema Nacional de Medios Públicos, Gustavo López; el titular del bloque Concertación Plural, Daniel Katz; el intendente de Junín, Mario Meoni; y el de Vicente López, Enrique “El Japonés” García, además de varios integrantes de los dos bloques legislativos afines al kirchnerismo: Concertación Plural y Encuentro Popular y Social.

Las cenas comenzaron sin la intención explícita (por ahora) de llegar a un acuerdo interpartidario, aunque la idea ronda los encuentros, mientras el kirchnerismo se reorganiza en torno del PJ, con Néstor Kirchner a la cabeza. Ante este hecho, los aliados K vienen buscando formas de fortalecer su propio peso específico.

Los platos que suelen imponerse son los españoles. “Después de todo, somos todos admiradores de Zapatero y el PSOE”, bromea otro de los asistentes. Además de las posibilidades de afianzar su relación, los dirigentes de uno y otro espacio tienen otros temas de conversación: su “apoyo crítico” al Gobierno y las internas dentro de sus propios partidos. Los radicales recibieron suspensiones y expulsiones, mientras que los socialistas por ahora mantienen una suerte de guerra fría dentro del PS.