Los gobiernos de Argentina y Ecuador suscribirán hoy once convenios de energía, infraestructura, trabajo y deportes. El más importante es el que tejió el ministro Julio De Vido con el gobierno ecuatoriano para construir la represa hidroeléctrica más grande de este país, ya que implica la participación de Enarsa y empresas privadas argentinas en un 30 por ciento de la inversión de la obra cuyo monto total es de 1600 millones de dólares. Es decir que la participación de capitales argentinos será de 480 millones. La parte mayoritaria de la inversión correrá por cuenta de la estatal ecuatoriana Termopichincha SA y sus socios privados.

La obra hidroeléctrica le permitirá a Ecuador exportar energía y la Argentina será la principal beneficiaria entre los países importadores. La apuesta argentina es uno de los tantos caminos que explora el Gobierno para afrontar la creciente demanda energética.

La planta estará ubicada en el este de Ecuador, entre las provincias de Napo y Sucumbíos, tendrá capacidad de generación de 1500 megavatios por hora y superará a la de Paute, la mayor generadora de electricidad de Ecuador que produce mil megavatios por hora. Esos 1500 megavatios implican el 55 por ciento de la energía que consume Ecuador y la planta, por sí sola, podría abastecer al mismo tiempo a Quito, Guayaquil y Cuenca, las tres principales ciudades de Ecuador. La represa proyectada hace 20 años y denominada Coca-Codo Sinclair, comenzará a construirse en septiembre de este año. Y antes empezarán las obras complementarias como los caminos de acceso a la zona. La compañía mixta la integrarán Termopichincha, Enarsa y empresas privadas (entre ellas Impsa y Cartellone).

Por su parte, el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, firmará tres convenios: uno para asistencia en la intervención estatal en los conflictos laborales, otro de inspección de trabajo y el tercero de generación de empleo y capacitación laboral. El gobierno ecuatoriano quiere darle una estructura importante a ese ministerio y tienen como referente al de Argentina.