Desde Argel

¿Cómo un obrero metalúrgico de Remedios de Escalada, en el partido de Lanús, puede convertirse en héroe nacional de Argelia? La respuesta tiene su historia y se la contó a PáginaI12 su protagonista, Roberto Muñiz, que a los 85 años que aquí es venerado y fue invitado por el gobierno argelino para que se entreviste con la Presidenta de su país que dejó para siempre en 1959, cuando se sumó a la lucha por la liberación del dominio francés.

“Yo llegué a Marruecos, donde el Frente de Liberación Nacional de Argelia tenía su base, en 1959. Me habían contactado en la Argentina porque era matricero y necesitaban uno para fabricar armas. Así que allá fui, aunque me costó porque mi esposa se había quedado en la Argentina.”

Pero, así como Roberto había sido delegado metalúrgico de la fábrica Siam y militaba en la UOM de Avellaneda, su mujer era delegada del gremio textil en Alpargatas. Eso la ayudó a comprender el impulso de su marido para ir al lejano y extraño Marruecos.

“Cuando terminó la revolución, en 1962, me iba a volver. Pero aquí me insistieron tanto que le dije a mi mujer que viajara. Al final aceptó: dejó la casa que alquilábamos desde que nos casamos, cerca de la cancha de Talleres, y se vino para acá. No nos fuimos más. Acá también tuvimos el hijo (que ahora es ingeniero) que allá no habíamos querido tener porque con la militancia de los dos no podíamos”, cuenta Roberto.

Pero porque lo contactaron a Roberto que en ese momento estaba en Córdoba y había fundado “con Angel Fanjul y Nora Coledesky un partido obrero, del que yo era secretario general y habíamos adherido a la Cuarta Internacional Socialista. No sé si el Partido Obrero de ahora es continuidad de aquél”.

Muñiz había nacido el 17 de julio de 1923 en General Villegas, donde al terminar el secundario de artes y oficios fue becado por la escuela para trabajar en YPF en Comodoro Rivadavia. Después hizo el servicio militar y se instaló en Remedios de Escalada. Por esos días ocurrió el 17 de octubre de 1945 y creció su entusiasmo con el peronismo. Con el tiempo fue virando más hacia la izquierda. Las armas que fabricó en Marruecos fueron viales para el triunfo de la revolución del ’62, por eso aquí lo consideran un héroe nacional. “Exageran”, dice Roberto, quien siempre militó en el FLN y ahora lo sigue haciendo desde la Asociación de Ancianos Combatientes.